Capítulo 1: Antes de Todo

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El silencio era aparente en el automóvil, el chico de ojos avellanas miro hacia la ventana a su lado derecho, recordando cómo había llegado ahí, a estar en el mismo auto con un criminal, camino a quien sabe dónde, “Feliz navidad” susurro para sí mismo y cerrando sus ojos dejo que el cansancio abrumara su mente.

*16 horas antes*

Los rayos de sol se colaban a través de las cortinas blancas de la habitación rebotando sobre las sabanas azul marino de la cama, bajo estas un pequeño bulto se movía ligeramente, un sonido inundo la habitación, la alarma comenzaba a sonar.

De entre las sabanas salio una mano buscando en la mesita de noche la manera de apagar aquel sonido, cuando por fin lo logro, la mano regreso a esconderse bajo las sabanas, al cabo de unos minutos de entre las sabanas salió un chico de 20 años llamado Frank Iero, sus ojos avellana verdosos estaban adormilados y su cabello castaño oscuro estaba alborotado, a pesar de carecer de largo.

Frank era un buen chico, estudiaba psicología en la universidad local  de Nueva Jersey, vivía en casa de sus padres y era amante de los animales además de un buen guitarrista, su único problema era su estatura 1.66 metros aproximadamente y eso lo hacia parecer menor de lo que es.

Poso sus pies en el piso e impulsándose, se puso de pie encaminándose al baño, se desvistió y tomo una ducha la cual lo ayudo a despertar por completo, salió de ella dirigiéndose a su armario, tomo unos jeans  ajustados negros, una camiseta gris y unas converse negras algo desgastadas por su constante uso, se cambió y peino solo pasando su mano por su cabello húmedo. Camino hacia la puerta, giro la perilla y salió de la habitación cerrando la puerta a sus espaldas, camino por el corredor hasta las escaleras, suspiro y comenzó a bajar por estas, se dirigió al comedor y se encontró con sus padre comenzando a desayunar sin él.

-Buenos días- saludo amablemente, tomando asiento.

-Buenos días hijo, ¿Cómo amaneciste?, ¿Vas a desayunar?- pregunto su madre poniéndose de pie y dirigiéndose a la cocina.

-Bien y si mamá gracias.

-Despierto tan temprano en víspera de navidad ¿Vas a salir?- pregunto su padre tomando un sorbo a su café.

-Sí, me faltan algunos obsequios por comprar- Sonrió nerviosamente esperando la aprobación de su padre.

-Bueno espero que ya hayas comprado el obsequio del abuelo.

-¿Vendrá a cenar?- Pregunto con aparente entusiasmo en su voz, a lo que su padre asintió como respuesta, un chillido de emoción se escapó de la garganta de Frank y su padre rio ante eso.

-Regresare pronto lo prometo- Afirmo con una gran sonrisa en los labios.

Su madre volvió de la cocina con su desayuno, Frank comió lo más rápido que pudo y en cuanto termino subió a lavarse los dientes, tomo su cartera y bajo las escaleras con dirección a la puerta principal pero se vio interrumpido por su madre.

-Frankie ¿ya te vas?- Pregunto su madre colocándose en frente de él.

-Si mamá, volveré temprano lo prometo- Le dio un beso en la mejilla y la rodeo.

-Frankie- Su madre se volvió hacia él.

-¿Si?- Pregunto tomando la perilla entre sus dedos.

-Ten cuidado- Le sonrió y el devolvió la sonrisa.

Salió de la casa con una sensación de anhelo hacia su hogar, con dirección al centro comercial, tenía que regresar pronto después de todo vería a su abuelo, cuando el abuelo de Frank llegaba a casa él se volvía más infantil de lo que era, pero ese día se sentía más ansioso de lo normal.

Dust in the wind (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora