Capítulo 2: El Detonador.

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*11:00*

Frank permanecía atrapado en las calles de Belleville, gracias al abundante tráfico producto de un accidente de automovilístico que obstruía la circulación, el sonido de algunos cláxones comenzaba a desesperarlo, impaciente miro su reloj, ya había pasado casi una hora desde que había salido de su casa y aun no llegaba su destino. Pago el taxi y decidió caminar, el viaje no le tomaría más de veinte minutos, a pesar de todo sería un gran día.

Un viejo Nissan conducía en la misma dirección por una calle distinta evitando así el desastre provocado por el accidente de tránsito, dentro de este se encontraba Gerard quien conducía y a su lado Bert quien sostenía en su regazo un bolso que en su interior contenía una Tec 9 semiautomática de calibre 9 mm, dos 9mm, municiones suficientes y dos pasamontañas un negro y un rojo.

El viejo Nissan entro al estacionamiento de la Plaza Franklin Square y se estaciono frente al Chase Bank, las manos de Gerard permanecieron aferradas al volante ejerciendo presión a través los guantes de cuero negros que cubrían sus dedos  hasta que Bert le lanzo el pasamontañas negro, el pelinegro lo cogió en el aire y se introdujo en el, mientras el rubio terminaba de colocarse el pasamontañas rojo, Gerard tomo el bolso del regazo de Bert y cargo la 9mm, el rubio tomo la Tec 9 semiautomática, el pelinegro hecho un último vistazo al reloj que marcaba las 11:30, programo el temporizador en 5 minutos y bajaron del auto para entrar al banco rápidamente.

Frank había llegado hace un par de minutos al banco y estaba a dos personas de llegar a la ventanilla cuando dos hombres armados irrumpieron en el lugar apuntado a todos los presentes, el sujeto de pasamontañas rojo disparo al personal de seguridad cuando este intento sacar su arma, el segundo camino en dirección al personal “Mete el dinero en la bolsa” grito lanzándole la bolsa al gerente quien parecía estar apunto se sufrir un colapso nervioso “Tranquilízate y todo saldrá bien, solo mete el dinero en la bolsa y nadie saldrá herido” el encargado asintió más tranquilo ante la amabilidad  del asaltante.

-¡Quiero a todo el mundo contra el suelo!- Grito el sujeto de pasamontañas rojo, los presentes obedecieron de inmediato, recostándose en el suelo con la cara contra el suelo y las manos en la cabeza.

La bolsa estaba casi llena y solo habían transcurrido 2 de los 5 minutos con los que contaban. Un niño de cuatro años aproximadamente comenzó a llorar mientras su joven madre intentaba callarlo, el sujeto de pasamontañas rojo camino hacia ellos y apunto al niño con el arma, mientras su madre nerviosa ahogaba un grito.

-Si no lo callas le disparo- Ordeno el asaltante, mientras la madre lo abrazaba contra ella para protegerlo de aquel hombre.

-¡Déjalo en paz!- La voz de Frank resonó en el local llamando la atención de los presente.

El sujeto de pasamontañas rojo lanzo una carcajada mientras caminaba hacia él, el chico de ojos avellana, quien había abandonado la posición en el suelo y ahora permanecía parado frente al asaltante.

-¿Qué te crees niño? ¿Tu mamá no te enseño a quedarte callado?- Cuestiono divertido ante el intento de valentía del chico.

-Y a ti, ¿No te dijeron que robar bancos era malo?- Contesto insolente.

El asaltante paso de divertido a furioso, lo cual le costó a Frank un codazo en el abdomen, el chico se retorció unos instantes pero recobro su postura sin importarle la falta de aire provocada por el golpe, tenía miedo y mucho pero no lo demostraría tan fácilmente, su orgullo no se lo permitiría aun teniendo el arma de aquel sujeto apuntando su sien.

-¡Ya déjalo, tenemos que irnos!- El grito del sujeto de pasamontañas negro evitando que el tembloroso dedo del otro asaltante oprimiera el gatillo.

Dust in the wind (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora