capitulo.16.

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Despierto y miro el movil. Son las seis de la mañan, dios mio ¿Que hago despierta a estas horas? Si soy la mujer mas dormilona del mundo, hasta cuando estuve tan desesperada buscando mis dones me planteé la posibilidad de que uno de ellos fuera dormir.

Intento seguie durmiendi pero no puedo, así que me levanto y decido tomar unas buenaa tostadaa con zumo de naranja para ponerme a entrenar. Si quiero vencer debo ponerme en forma.

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Son las 10 de la mañana, llevo tres horas entrenando, pegando al saco de boxeo, haciendo abdominales, flexiones, incluso he estado subiendo y bajando las escaleras para hacer glúteos, ya no se que mas hacer y me da la sensación de que por la tarde no podre mover ni un solo músculo de las agujetas que tengo.

Me aburro, no soporto mas ver estas paredes horribles, necesito salir aun que sea cinco minutos y despejarme.
Miro la salida y me dirijo decidida hacia ella, solo sera un momento, aun que sea segundos. Pero entonces el aguafiestas de Zack se interpone en mi camino.

-¿Tan débil eres que no aguantas ni un dia aquí?-Dice serio.

Yo en cambio solo me doy la vuelta y me dirijo al baño para ducharme, se acabó el ejercicio por hoy.

Salgo en toalla porque de nuevo he olvidado mi ropa y me dirijo hacia mi maleta para buscar algo limpio que ponerme. Elijo unas mayas negras y una camiseta de manga corta ligeramente escotada negra también, no me importa ir siempre de sport, es muy comodo y a quien no le guste que no mire.

Zack está pegando a un saco de boxeo, nunca lo habia visto pegar con tanta rabia, creo que algo le ha pasado pero no me atrevo a preguntar, no quiero discutir mas con el así que voy hacia la cocina a comer algo para picar. Cojo una manzana y me dirijo hacia la sala principal donde esta Zack entrenando que es donde mas corre el aire y es lo mas parecido a la calle que tenemos.

-¿No te cansas de mirarme?-Dice el cuando ve que entro a la sala.

¿No se cansa de ser tan ilbecil? Pero no le voy a decir nada, es mejor la ignorancia, así que me giro para irme.

-Joder Lena dime algo.-Dice frustrado.

Queria que se sintiera así, así es como yo me siento cuando no me deja saber nada sobre el.

-¿Para que? No sirve de bada hablar, esta claro que te molesta mi presencia, así que para discutir prefiero ignorarte, cada uno por su lado-Aclaro y me voy.

-Me daba verguenza admitir que Bástian es mi hermano.-Dice de repente.

Paro en seco y lo miro sin saber exactamente que decir. Está respondiendome a lo que le pregunté, después de tanto tiempo al fin responde a algo de lo que yo queria saber y no se como actuar.

-Bástian fue secuestrado y le hicieron creer todo por lo que lucha ahora.-Dice apretando los puños. Esa história ya la sabia, pero decido callar y dejar que continue.- Cuando llegó a casa después de ser secuestrado pensaba que seguiria siendo el mismo de antes, que le costaria superar todo pero saldria adelante, sin embargo no fué así. Intentaba meterle esas ideas absurdas a mis padres, pero cuando vió que yo no lo creia y que haria entrar en razón a mis padres para que no creyeran sus estupidezes... Decidió librar-se de mi.-Agacha la cabeza, se que le duele recordar todo, sus puños han dejado de estar presionados y ahora su voz suena triste y derrotada.-El un dia me hizo enfadar, sabia perfectamente mi don y yo en aquel momento no queria confesarle a nadie esta tortura que me han dado como don, solo lo sabia el y hasta entonces yo habia sabido controlarme. Pero aquel dia se puso a chillarme, me gritó que era un monstruo, que nadie me iba a querer, que solo iba a destruir lo que queria, mis padres llegaron a mi habitación donde el me estaba diciendo todo. ¡El tenia todo planeado joder!-Grita frustrado.-Y yo caí en su juego, perdí el control y lo golpee hasta dejarlo inconsciente. Mis padres me miraban con temor en sus ojos, hasta que mi padre logró tener el valor suficiente como para echarme de casa. Desde aquel dia ya no he vuelto a ver a mis padres y mucho menos habia hablado con mi hermano hasta el otro dia.

Mi corazón se a encogido al escuchar la historia, el no es un monstruo, ¿Como pudo ser tan cruel Bástian y decirle eso? Nunca habia podido imaginar que alguien tan imbécil como el podria haber pasado por algo tan malo.

Me acerco a el que esta en silencio con la mirada perdida, pongo mi mano en su rostro con cuidado y el parece salir del trance en el que estaba porque busca mi mirada.

-No quiero darte pena.-Dice de nuevo con su tono serio mirandome a los ojos.

-No me das pena.-Afirmo decidida.- Y no eres un monstruo.-Afirmo aun mas decidida.

-No se porque no me tienes miedo... El dia que casi...-No acaba la frase pero se perfectamente que se refiere al dia en el que quiso pegar a James y yo lo detube.-No te apartaste, no me suplicaste que no te hiciera daño, solo....

-No te tengo miedo porque no eres un monstruo Zack. Eres buena persona.-Digo en un susurro.

-Me odias.-Dice cerca de mis labios.

-Nunca podria odiarte.-Admito para mi misma pero creo que lo escucha porque veo un brillo en sus ojos.

Se acerca lentamente a mi, quiero sentir sus labios de nuevo, estos son como droga para mi, pero me acuerdo de Sidney, no puedo hacerle esto, ella es mi amiga al fin y al cabo y esto entre Zack y yo debe parar si ellos continuan juntos.

-Zack no... No puede ser.-Digo apartandolo lentamente.

Este se desconcierta al principio pero después recobra la compostura y se va rapido de la fabrica.

¿Pero que demonios le pasa? Deberia ser yo la que se enfadase, el me rechazó hace poco y ahora queria besarme de nuevo, siempre juega conmigo pero sinembargo una vez lo rechazo yo y se va enfadado. Esto es surrealista. Nunca entenderé a los hombres definitivamente y mucho menos a Zack.

Encima me ha dejado sola sabiendo que no puedo estar sola, que pueden venir a por mi en cualquier momento. No puede rener responsabilidades nunca, nunca se preocupará por nadie mas que por el.

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