SUEÑO CARMESÍ

UNA NUEVA PIEZA EN EL TABLERO

CAPITULO II

UNA NUEVA PIEZA EN EL TABLERO

En medio de la noche las figuras del director Cross y de Aidou se movían en aquel frondoso bosque, húmedo y cubierto de neblina. Sin un sendero se abrían paso en medio de ramas de arbustos y árboles, poco a poco hasta llegar a una cañada profunda, la cual comenzaron a descender entre los peñascos y arboles altos para llegar a su objetivo.

Aidou seguía al director de cerca y aunque poseía mejores sentidos que un humano, no podía evitar que de vez en cuando alguna de las ramas que el director atraía a su paso golpeara su rostro; una de esas definitivamente le golpeó bastante fuerte que no pudo evitar cuestionar a su guía.

−    Ya llevamos mucho tiempo andando y estamos muy alejados del camino, ¿está seguro que es por aquí?

−    Aidou-kun, no tienes de que preocuparte, tengo excelente memoria.

Intentando no dudar de la palabra del director, continuó andando sobándose la nariz y preguntándose si había sido buena idea el ofrecerse a acompañarlo. Bueno, definitivamente no se arrepentía, el director había dicho que necesitaban proteger a Kiryuu-kun, evitar que Yuuki siguiera sufriendo y detener a Kaname-sama; y sólo había una forma de hacerlo.

Aidou seguía caminado tras el director, pero su mente trajo los recuerdos de la noche anterior.

TOC TOC

−    Director... ¿Puedo pasar?

−    Oh, Aidou-kun, eres tú. Pasa, pasa; ¿sucede algo?

−    Eh... bueno, yo...-. Se detuvo un segundo y miró el escritorio del director. Estaba lleno de documentos que se apilaban en varias columnas y el hombre parecía cansado, pero a pesar de eso lo miraba tras sus gafas con sumo interés y amabilidad. – Veo que está bastante ocupado.

−     Ohhh...si... lo sabía!!!-. Para sorpresa del vampiro, el hombre se levantó de golpe y se llevó una mano al pecho y extendió la otra con exagerada parsimonia cual si fuera a declamar - Lo sabía, aún hay quien se preocupa por mí y viene decidido a ayudarme. No esperaba menos de un joven y encantador partidario de mis ideales -. Los ojos del director brillaban de la emoción, en cambio, Aidou se había alejado un paso hacia atrás con una mano a modo de protección como si la actitud del director fuera contagiosa.

−    Bueno, no se trataba de eso –. El director puso cara triste creando una atmosfera de culpa para el vampiro, que no pudo evitar agregar – Eh... bueno... creo que tengo un poco de tiempo... si quiere puedo ayudarle.

−    Aidou-kun, eres realmente amable!!! – El director volvió a adoptar su actitud exagerada - Si, si... hasta podría adoptarte, serías mi segundo pequeño hijo y...

−    Definitivamente, no -. Ante la respuesta cortante del vampiro, las lágrimas fingidas del director hicieron su aparición, Aidou suspiró. Este hombre realmente es un personaje excéntrico y raro, pensó, luego agregó – Y, a todo esto ¿Qué son todos estos papeles?

−    Ah, son documentos de la asociación -. El director adoptó una actitud seria - Ahora que se reabrirá la academia y la sede de la asociación volverá a estar en la ciudad, es preciso trasladar todo esto. Mucho ya ha sido llevado hasta allá, principalmente los registros de la biblioteca y el archivo, pero aún queda bastante papelería de la que rescatamos cuando la antigua sede colapsó -. Luego con melancolía agregó - al menos en esto me dejan participar... pero... tu no venías a saber de eso ¿o sí?