EN EL TABLERO, ¿REY O CABALLERO?

192 17 0
                                    



CAPITULO III

EN EL TABLERO, ¿REY O CABALLERO?


Desde el amanecer, cuando los primeros rayos del sol despuntaron el alba, se había refugiado en aquella construcción abandonada con las paredes cubiertas de hiedra. No tenía la suficiente fuerza para continuar su camino, además de que casi no podía seguir el rastro de sus semejantes. Por el momento no le quedaba más que esperar hasta que la noche llegara de nuevo, pues en su actual condición, hasta los rayos del sol le resultaban dolorosos; sus sentidos se distorsionaban de a momentos y su sed iba en aumento. Caminar así durante el día podría resultar peligroso para los humanos que se atravesaran en su camino.

Ahora se encontraba sentada en el piso de una de las estancias de la construcción, en una zona alejada de los rayos de sol que se filtraban por la ventana. Con las piernas ligeramente flexionadas hacia su cuerpo y con los ojos cerrados, intentaba descansar, esperar y también, intentaba soportar la sed que la aquejaba.

Sin embargo, pese a su apariencia tranquila e impasible, su mente se ocupaba en procesar todo de lo que se había enterado; y a pesar de ser una sangrepura, no podía evitar sentirse extraña por el tiempo que había transcurrido desde entonces.

Un ligero suspiro acompañó estos pensamientos y abrió lentamente los ojos y enfocó su mirada en las grietas del piso frente a ella. Luego de unos segundos la dirigió hacia sus pies descalzos, luego a su vestido y finalmente a sus manos que descansaban sobre sus rodillas.

−    Hmmp... - En sus labios se dibujó una sonrisa irónica - Quien iba a pensar que me iba a llegar a asemejar a un vampiro de clase baja... y ahora, hasta parezco vagabunda.

Intentando dejar de lado esos pensamientos, volvió a cerrar los ojos y sin saber en qué momento, cayó en un profundo sueño...

−    ¡¿Qué tal?!, ¡Le dije que atraparía cinco!

−    Bien hecho... te has vuelto muy hábil... tendremos un buen festín esta noche.

−    ¡Ahora podré quedarme con él!...

−    ¿Con él?

−    ¡Con el caballo!... ¡sensei, lo prometió!... ¡además pronto cumpliré diez años, puedo hacerme cargo de él!

.

.

.

−    ¿Dónde está?!!!...

−    No lo sé... no lo veo... estaba peleando justo a mi lado, pero después del último ataque lo perdí de vista.

−   ¡No puede ser!... Ryuu!!!!.... Ryuuu!!!... ¡maldición, le dije que se mantuviera cerca!

−    Mi señora, ya lo veo, está... ¡Oh no!...

−    ¿Qué sucede?

−    ¡Está allá, frente a Uma; cerca del rio!.

−    Diablos!!... Le dije que no lo hiciera!!... Ryuuu!!!.... Nooooo!!!...

.

.

.

−    Noooo!!! – Abrió los ojos de golpe; y respirando de forma agitada se llevó las manos al rostro intentando tranquilizarse - Sólo... sólo fue un sueño, sólo eso – Se dijo mirando sus manos mientras su respiración se normalizaba.

SUEÑO CARMESÍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora