CAPITULO XIV
PROHIBIDO
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—¿Zero?
El joven no reaccionó al escuchar su nombre, había bajado la cabeza y su pelo cubría sus ojos por lo que quedaban fuera de la vista de Yūki, sin embargo, tenía los puños cerrados con fuerza y eso era una clara muestra de que estaba molesto.
Después de que Zero diera instrucciones a Aidou y éste se marchara, habían caminado por uno de los parajes del jardín hasta llegar a ese lugar, donde habían tomado asiento en esa banca frente a un muro de rosales. Ella había inhibido su presencia y aura para que nadie los molestara y él había hecho lo mismo; por lo que cuando Kaname y Naomi se acercaron y se detuvieron del otro lado del muro, no se percataron de que estaban ahí. Por su parte, ellos habían estado tan inmersos en su conversación que no se percataron cuando los sangrepura se acercaban hasta que su conversación atrajo su atención. Lo más correcto hubiese sido marcharse inmediatamente, pero algo en sus palabras se los impidió, además de que si lo hacían era más probable que se dieran cuenta de su presencia, por lo que ambos se quedaron sentados y sin moverse prácticamente. Ambos por motivos que ni ellos mismos comprendían.
—¿Zero? —Yūki volvió a llamarlo; entonces el joven levantó el rostro y la miró. No se había equivocado, estaba enojado. —¿Estás bien?... te quedaste muy callado... eh... ellos ya se han marchado.
—Yūki... tú... ¿sabías todo eso?
—¿Eh...? —la chica desvió su mirada de él, aunque trataba de parecer tranquila y hasta sonreír, era evidente que no podía, pues tanto en sus ojos como en su sonrisa había rastros de tristeza —No... —murmuró —Kaname no habla mucho sobre sí mismo, hasta ahora solo me ha mostrado algunos de sus recuerdos, no sabía nada de su relación pasada con Naomi-san y... —su voz comenzó a temblar como claro ejemplo del esfuerzo que hacía para que las lágrimas que escocían sus ojos no se derramaran —.... últimamente él, desde que ella apareció se encuentra distante y en sus ojos se ha instalado una sombra de tristeza... no es necesario que me diga algo para suponer que le ha afectado.
—Es absurdo...
—¿Absurdo?
—Si... ¿Cómo se atreve a decirle todo eso cuando está contigo?
—¿Eh?... bueno Zero, lo que yo a ti te he dicho...
—¡No es lo mismo! —dijo elevando la voz y luego en un susurro —No es lo mismo... Tengo que regresar hora.
El cazador aun desconcertado se incorporó y se dio la vuelta dispuesto a marcharse.
—¿Zero... tu?
—Lo siento Yūki —el joven la miró sobre su hombro —a mí no me importa ese pasado que los une... no pienso permitir que él se acerque a ella, yo no confió en él... Y... lo siento, agradezco realmente lo que me has dicho, no sabes cuánto, es algo que me había hecho a la idea que nunca escucharía... pero Yūki, perdóname, yo en este momento no puedo corresponder a tus sentimientos, por ahora tengo una obligación.
Dicho esto, el joven se marchó aprisa, mientras las lágrimas comenzaron a caer de los ojos de la joven sangre pura.
[...]
Las puertas se abrieron dando paso a Naomi, quien ingresó a la estancia. Había una mesa en el centro y alrededor se hallaban seis sangrepura, quienes al verla entrar inmediatamente se pusieron de pie. Algunos reflejaron cierto asombro al verla, mientras que otros la miraban con sumo interés. A diferencia de ellos, Naomi lucía muy joven.
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SUEÑO CARMESÍ
FanfikceLas segundas oportunidades existen, aunque no siempre son como quisiéramos que fueran o duran lo suficiente, lo importante es sin duda aprovecharlas y disfrutarlas al máximo el tiempo que podamos; sin embargo, para alguien que puede vivir eternament...