CAPITULOXIII
NOCHE TINTADA DE CELOS Y CONFESIONES
Al cruzar las pesadas cortinas se encontraron con un amplio corredor que hacía las funciones de balcón superior del salón de baile y lo rodeaba en u. Había en él varias mesas y algunos sofás; así mismo, al igual que las cortinas que ellos habían atravesado, también había otras dispuestas a lo largo del corredor que cubrían la entrada a otros pasillos.
Varios vampiros se encontraban ahí, algunos en pareja, otros en grupo charlando; ninguno les prestó atención, pues, así como ellos habían salido de uno de los pasillos cubiertos, también lo hacían otros.
Además, también estaba el hecho de que Naomi había disminuido su presencia y aura, tanto que se asemejaba a la de un noble. Por lo que cualquiera podría tomarlos por una pareja más de vampiros.
Ambos caminaron hacia el borde y miraron hacia donde se hallaban reunidos la gran mayoría de los invitados. El sonido de la música y las voces bullían sonoramente y viciaban el ambiente. Zero recorrió con la vista el salón; era un lugar amplio y completamente iluminado gracias a las elegantes lámparas tipo araña que colgaban de un hermoso techo artesonado que hacía juego con las cortinas color hueso y detalles dorados que adornaban los ventanales y la puerta de las terrazas.
La música era producto de la orquesta dispuesta en uno de los extremos del salón, sutilmente disimulada por arreglos florales. Cerca de ella se hallaba otra puerta que daba al ala de bufet; de donde los mozos salían con bandejas y ofrecían bebidas color carmesí a los invitados.
Todos están en su papel. A ver que sale de esto; pensó Zero mientras miraba a los invitados. Todos parecían estar disfrutando del momento; aunque independientemente de si o no lo hacían, por lo menos disimulaban magníficamente, pues oía las voces y risas despreocupadas de todos los presentes.
La mayoría eran vampiros nobles, pero algunos eran cazadores que estaban apostados en varios puntos del salón. Así mismo solo había cuatro sangrepura: Isaya Shoutou que se encontraba con el director en medio del salón; Yūki y Kaname Kuran que se encontraban cerca de una terraza; y otro al que no conocía y que se hallaba bebiendo de una copa cerca de donde estaba la orquesta.
Todos ellos, al igual que Naomi, habían disminuido su presencia para no ser identificados por otros vampiros, pero Zero sabía perfectamente quienes eran gracias a sus instintos de cazador. De hecho, solo los cazadores podían hacer tal cosa; a diferencia de los vampiros normales o nobles que lo hacían por su esencia, un cazador tenía muy desarrollado su instinto dado que los vampiros eran su presa; era lo mismo que un vampiro hacia un humano. Sin embargo, también era un hecho de que, al ser el escalafón más alto, los sangrepura se identificaban entre sí con facilidad, siempre y cuando no hubieran inhibido completamente su presencia.
Así que era claro que esos cuatro vampiros sabían perfectamente quiénes eran ellos desde el momento que habían atravesado las cortinas.
—Bajemos.
Zero miró a Naomi y comenzaron a avanzar por el pasillo hacia las escaleras. En ese momento la orquesta comenzaba una nueva pieza y varias parejas avanzaban al centro. Mientras caminaban, podía sentir claramente varias miradas sobre ellos.
—¿Naomi? —la llamó intentando sonar despreocupado y para deshacerse de la sensación de sentirse observado.
—¿Si?
—¿Me concederías una pieza?
—¿Eh?... —ella sonrió, el cazador era extraño en verdad; nunca la había tratado con demasiado respeto, aunque eso era algo que ya sabía no hacía con ningún sangrepura. Desde que lo conoció ella para él era "la sangre pura", "vampiro", "tu", y ¿ahora la llamaba por su nombre? Lo raro era que no le molestaba, sino todo lo contrario —¿Por qué me lo pides mientras andamos?
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SUEÑO CARMESÍ
FanficLas segundas oportunidades existen, aunque no siempre son como quisiéramos que fueran o duran lo suficiente, lo importante es sin duda aprovecharlas y disfrutarlas al máximo el tiempo que podamos; sin embargo, para alguien que puede vivir eternament...