Capítulo 8

162 9 2
                                        

«¿Qué haces cuando te empiezan a llegar unos mensajes raros afirmando que alguien te quiere verte hecha añicos?»

Bloquearlo, lo más práctico y obvio.

«¿Qué hago yo?»

Me voy a tomar una bebida, obligando a mi mejor amigo a ser mi psicólogo personal. Y aquí estoy, acabándome mi tercer Mocha, mientras tengo al pobre de Esteban a punto de colapsar de estrés. Justo ahora, desearía ser más de uno.

—¿Te engaño con la papa frita? —pregunta, extrañado. Entrecierro los ojos, ¿eso le parece lo más raro de todo?

—¿Por qué le dices así?

—Se parecen, mucha toxicidad oculta por un buen sabor. Además, es igual de plana—señala, haciendo la forma con las manos.

—Creo que debo llevarte a comer, ya está diciendo tonterías.

Entra una animada Kayra, seguida por el loco de Leo. A veces creo que hacen bonita pareja.

—¡Anahí! Te acordaste de nuestra existencia —comenta ella

—No te ilusiones, vino por mi —corta Leo, quien se va a ayudar a Esteban, dejándonos solas.

—Me cambiaron por mi mejor amiga —suelto, sin dar rodeos. Su sonrisa se desvanece.

—Aich, hombres —rodea los ojos—. ¿Y cómo estás?

—Por momentos, me siento bien, por momentos, no. Como si no tuviera el control de mi cuerpo.

Se queda mirándome expectante, más no emite sonido alguno. Apuesto a que no sabe qué decir, ya me ha pasado antes. Toma un mechón de mi castaña cabellera y sonríe, como quien a ha recordado un antídoto para mi mal. Me toma de la mano, y me lleva a rastras a un lugar que he visto muchas veces, pero nunca habría imaginado entrar.

—Kayra, esto no tiene sentido —insisto—. Cambiar mi pelo no me hará sentir mágicamente bien.

—Tal vez no —acepta, deteniéndose en la entrada del establecimiento—. Pero tampoco creo que te haga sentir peor. ¡Así que vamos! —finaliza, empujándome hacia la entrada.

Ingresó a un lugar que definitivamente no encaja con la chica mitad pelirroja que conozco. Está lleno de personas con una apariencia rebelde, algunos con rasgos emos. Ella se acerca a un joven, que parece tener menos influencia del lugar que los demás trabajadores. Susurran algunas cosas entre ellos, dejándome expuesta a la curiosa mirada de los demás clientes.

«Y pensar que del lugar que vengo, siempre fue al revés»

Kayra me pide que elija un color, y me decido por hacer algo que resalte muy poco. Solo unas mechas claras a mi castaña cabellera. Y en todo el proceso, está ella, acompañándome.

—¿Puedo hacerte una pregunta sin ofenderte?

—Claro —sonríe ella, su joven amigo ni se inmuta. Permanece alejado a nuestra conversación.

—Sin ánimos de ofender, no encuentro mucho de ti que combine con este lugar

Ella suspira, no con pesar—. Tal vez por qué, no soy como ellos. Yo estaba pasando por un mal momento. Para sintetizar, en aquel tiempo perdía a alguien que me importaba, y que me mantenía ligada a no querer crecer. Pero él, fue cambiando, madurando, y me di cuenta que no podía seguir así. Ves en mi algo que contrasta por completo con mi entorno; es que a pesar de mi imagen, soy una chica que está más unida a un mundo literario o disfrutar la vida de una manera sana, que considera insignificante seguir todas aquellas modas huecas que siguen los jóvenes de hoy.

—Fue tu manera de crecer —digo, más como un pensamiento para mí misma.

—Si, puede que si —agrega ella—. Pero fue mas un empujón para no estancarme en un punto. Termino gustándome y me acostumbre.

—¿Y el chico?—pregunto ansiosa. Acabo de salir de una pésimo ciclo, pero aún siento esa emoción de pensar en las historias de otras.

—Es solo un amigo —sentencia.

«Justo en la friendzone»

El joven me da una sonrisa, y da por finalizado su trabajo. Es raro verme así, mi madre odia este tipo de cosas. Todo aquello que tuviera que ver con mi imagen, era constantemente supervisado por Lauren Masías. Eso me recuerda, no le he dicho nada a mi tía.

«Pues se llevará una sorpresa»

Sé qué hay algo en mi que está cambiando, lo noto. Si esto hubiera explotado en Buenos Aires, estaría sumergida en una profunda depresión. Mas ahora ya no es así, he visto algo diferente del agujero en el que siempre he estado. Una nueva realidad, una visión de mí misma.

—¿Y te gusta? —preguntó el chico.

Es raro de presenciar—. Si, es nuevo.

Mi móvil pitea, y lo tomo, aún presenciando el nuevo color. Es Rafaella.

"No pudimos evitarlo, nos queríamos mucho y tú solo te imponías a cegar nuestra felicidad"

Suelto una risa al ver y archivar sus mensajes, sé qué hay un escozor ahí. Como sé que después, no me importaran lo suficiente para anhelar su sufrimiento.

—¿Y bien, regresamos con los demás?—pregunto.

—Podríamos ir a la playa más cercana —sugiera ella.

—Podríamos aventarlos al mar —sugiero.

Kayra hace unas llamadas y en media hora, los cuatro vamos camino a una concurrida playa. El sol se alza con todo esplendor, y nosotros iniciamos una infantil carrera hacia el mar. Leo sufre intentando subirse a uno de esos  inflables qué hay por la costa. Esteban y Kayra se limitan a aventarse unas algas, hasta quedar confundibles con un monstruo marino. Y por un momento veo al niño que reconocería solo en Esteban.

«¿Será cierto?»

Yo soy la única que piensa en que nos quedaremos sin muda ni ropa para aguantar hasta el anochecer. Así que dejo de nadar, y salgo del agua a buscar algo para ellos, lo cual está listo ni bien terminan todas sus locuras. Obviamente, llego a encargarme de calmar las aguas con el verdadero propietario de esos inflables, y que encima, cobraba por uso. No hay nada ostentoso, solo un recuerdo que vale más conservar en mi memoria que en una red social.

—Algún día deberías contarme tu historia —dice Leo, sentándose con su plato, a mi costado. Ojalá lo este diciendo en tono amistoso.

—Claro, cuando tu ego no este ocupando mi espacio y quitándome el oxígeno —respondo sin pensar. Él esboza una sonrisa.

—Un sacrilegio si hablamos de Leo —interrumpe Esteban.

Miro al sol, y sé que no es el mismo que veía antes. Hoy, solo es un indicador de que es hora de aventarlos al mar. Y no me refiero a mis compañeros, no.

«Hablo de mi antigua vida, y todo quien habitaba en ella.»

¡Nuevo capítulo! Lo he escrito técnicamente en una noche de insomnio, espero les guste. Saludos a Ale24895 , una lectora que siempre tendré presente y una amiga a la que echaré de menos💙😓

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 08, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Out of MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora