- ̗̀ A L A S D E N O C H E ̖́-

°•. I - Damian Wayne .•°

Título / Evitando

-¡Damian!- aventé el antifaz y seguí al chico por las escaleras llegando a la baticueva.

-¡Ya déjalo Jullie!- gritó sin siquiera voltearse a verme.

-¿Que lo deje? ¡Casi te matas!- agarré su brazo y por un momento pude contenerlo.
Suspiró ondo y se volteó a verme por fin.

-No tenías por qué haber ido. Muy mi problema si eso pasaba- cerré los ojos y analicé lo que acababa de pasar.
Damian se veía cansado, tal vez frustrado. No lo entendía.

-¿Y crees que no es mi problema? ¡Eres mi novio! Pero últimamente parece que me quieres evitar- y era cierto.

Hace unas semanas que no me recibe las llamadas, me evitaba en la escuela y ahora en las guardias.
Algo sucedió; y creo saber que fue cuando recibió una carta del Himalaya, donde residía su abuelo.

Se quitó su antifaz y guantes.
Por fin veía sus ojos después de días, llevaba ojeras y parecía que el golpe en la mejilla dejaría un profundo color morado.

Tomó aire y caminó por el lugar.

-Mira. Olvidalo- se tocó en puente de la nariz, en clara señal de que no había acabado y lo que continuaba probablemente no me agradaría.

-¿Cómo?- quería creer que no se refería a lo nuestro.

-Jullie, solo nos causamos daño. Lo mejor será que dejemos eso hasta aquí. Vete y...- lo golpeé.

No lo dejé terminar.
No quería escucharlo.

Salí del lugar con el corazón saliéndome de sentimiento.
No quería llorar.
Damian solo me había visto llorar la vez en que me rompí la pierna.
Pero ahora lo que se rompía era mi corazón.

¿Por qué Damian decía eso?
No entendía y él no era fácil de conocer.
Me costó mucho que se abriera conmigo, y él simplemente me deja porque no sabe afrontar la situación.

-Oye Jullie ¿Cuál es el....? ¿Estás llorando?- la voz de Richard me detuvo en la entrada.

-Tengo cólicos- atiné a decirle. No quería que hiciera un escándalo con Damian abajo.

-No. No creo. ¿Qué hizo ahora?- se acercó.

-Nada. Estábamos de guardia pero nada. No importa. Ya no- me limpié las lágrimas y decidí salir de esa casa.

-¿Segura? Puedo llevarte si...-

-Dejala. No sé lo hagas más difícil Grayson- Damian lo interrumpió.
Ya estaba cambiado y se cruzaba de brazos esperando a que me fuera.

¿De verdad se comportaba así? Parecía un idiota. Y ahora solo me hacía enojar.
Termina conmigo. Dice que me vaya. ¡Y ahora no deja que su hermano me lleve a casa!

-Puedo hacer lo que se me pegue la gana- lo enfrenté e imité su postura despreocupada.

Probablemente mi cara estuviera roja por llorar, pero ya no me importaba.

Richard solo estaba parado viendo que lado tomar.

-¡Pero no con él!- Richard rió y se fué.

-¿Por qué? Ya no somos nada ¿Recuerdas?- hice una mueca y esperaba que las lágrimas no salieran de nuevo.

-De supone que no haría esto. Se supone que no te lastimaria- se acercó y retrocedí.

-¿Entonces? ¿Qué cambió?- miré el techo esperando un "no puedo decirte" o "eres tú, no yo".

-Soy el heredero, ya sabes. Me dijeron que te matarían si no aceptaba- mis ojos conectaron con los suyos.

Damian estaba frustrado, y comenzaba a fallarle la voz.

-No puedo dejar que algo te pase. Pensé que evitándote lo haría más fácil, que eso haría que te alejaras de mi. Pero solo logré que me odiaras- tomó mis manos y me encontraba, otra vez, llorando.

-Dami, no. Eso no pasará. Estamos juntos ¿Recuerdas? Sabía a lo que me afrontaba siquiera a poner un pie en esta mansión- reímos por lo bajo y me abrazó.

-Eres lo mejor y máximo que tengo. Estoy maldito por sangre- susurró y me aferré más a sus brazos.

-Bueno. Eres hijo de Batman. Puedes con esto. Podemos- limpió mi rostro y nos besamos.

Sentía que me faltaba desde hace mucho.
Era nuestro primer beso después de una pelea y 3 semanas.

-Me alegra que seas la terca de la relación- reí y nos abrazamos otra vez.

Realmente lo extrañaba.