- ̗̀ A L A S D E N O C H E ̖́-

°•. II - Batfamily .•°

-¿Y si contratamos un chef personal?- Damian rodó los ojos ante el comentario de Jason.

-No seas estúpido Todd, cualquiera sabe cocinar...- y con un mohin de desdén salió de la cocina hacía las escaleras.

-¡Cualquiera menos tú!- gritó Jason mientras se dirigía al teléfono probablemente a pedir una pizza.

-¿Problemas en el matrimonio?- Richard entraba al lugar mientras reía por la actitud de sus hermanos menores.
Desde hacía 2 semanas que Damian se había mudado con Jason para hacerle probar a Bruce que podía solo sin ayuda "extra", por no decir que quería marcar su dependencia. Pero claro, solo se la pasaban peleando y causando quejas de los vecinos.

-...ok. Gracias- Jason colgó y se masajeó las sienes en obvio alivio.

-Jay, la casa es un desastre hermano. Ya ni en la mansión dejaban tanta porquería por doquier...- había un zapato arriba de la encimera, unas monedas nadando junto al pez dorado y cartones de leche vacíos encima del refrigerador.

-Se supone que el pequeño demonio puso reglas, pero diablos, era mi casa antes- Jason aventaba una bolsa de pan al basurero.

Richard rió.

-¿Y? Tal vez un poco de orden les funcione a ambos- Richard sabía que Jason era todo un desastre en las responsabilidades del hogar; y creyó por un momento que Damian lo volvería más limpio y ordenado.

Error.

-No. A mí no me dan reglas, si le gusta que se quede. Nadie lo obliga ni lo invitó- Al final por tantas cosas en sillas y sillones, Jason terminó sentándose en la mesa del pequeño comedor.

El celular de Richard sonó interrumpiendo el berrinche de su hermano.

-¿Bueno?- sabía que había alguien que podía ayudarlos, y precisamente su voz sonaba del otro lado de la línea.

-¡Hola Dick! ¿Dónde estás? Pasé y Alfred me dijo que habías salido hace poco, se supone que me ayudarías...- Vania tenía una voz tranquila y soñadora, a pesar de ser la menor de los Wayne, era la más consciente y astuta.

-Te espero en casa de Jay, Damian me mandó un mensaje de tortura pero todo en orden, ya sabes. Pero ¡Oye! Aquí te espero- colgó y sintió alivio de que una autoridad femenina fuera a poner orden.

-¿Entonces Vani viene? ¡Carajo, me hubieras avisado para arreglar!- Jason se levantó de golpe y comenzó a guardar calcetas y camisetas en el librero.

-Oye palancas, eso no va ahí- Damian regresó con Pennyworth en brazos.

-Mira enano, no estoy para tus bromitas. Y mejor saca ese gato que Vania va a venir. ¡Ayúdame Grayson, no te quedes ahí parado!- las prendas de vestir volaban por los aires.

-Parece que a alguien le da miedo su hermana...- Richard y Damian rieron viendo el intento fallido de Jayson por ocultar su holgazanería.

-No digas idioteces, es que quiero hacerla ver qué puedo cuidar de alguien más. La vida no es sólo peleas y piensas en ti- Un empujón más y las calcetas cupieron en el tarro de galletas.

Justo 10 minutos después Vania tocaba la puerta.

-Hola chicos ¿Qué tal? Tim me viene acompañando- la voz de la menor Todd inundó el lugar.

-¡Hermanita hola! Suéltala imbécil... ¿Qué tal la escuela? ¿Y con qué te tiene que ayudar Grayson eh? ¿Qué cuenta Bruce?- hablaba Jason mientras alejaba a Vania de Tim, casi hasta el otro extremo del lugar.

-Bien hermanito, ya terminé la universidad por si recuerdas, y Richard me ayuda con un caso al igual que Barbs, ah, y Bruce bien. Gracias- Vania se soltaba de Jason para poder observar el lugar.
No era el mejor del mundo, olía a hombre y pelos de gato volaban por doquier.

-Vania quería aprovechar que venimos por Richard para dejarles algo- Tim caminó hasta Jason dejándole una caja.

-Sé lo mucho que extrañan mi comida, y aún está caliente. Es salmón en salsa de berries...- el paquete desprendía un olor a gloria para Jason y Damian, quienes rápidamente lo llevaron a la mesa para degustar.

-Bueno ¿Lista Vani?- Richard y Tim veían como los hermanos comían desesperados el suculento platillo.

-Sip- Vania respondió con un deje de orgullo. Y así los 3 salieron del departamento.

-¿No creen que cuando terminen, se maten por ver quién lavará los trastes?- Tim se rascaba la nuca pensativo.
Si algo podía apaciguar a Damian y Jason era la comida; pero cuando se terminara, no había nada más.

-Deberias traerles topers con comida o algo así. Y cobrarles por supuesto...- la idea de Richard no sonaba nada mal.