Dawn Tears

Capitulo 1: PIERO, EL HOMBRE QUE ABANDONO UN LEGADO

En la oscuridad que me rodeaba apenas era capaz de distinguir un puñado de árboles que con sus hojas camuflaban a la manada de depredadores que me persiguieron durante las dos últimas horas desde que partí del poblado de Wolfnack, y fue en aquel mismo instante en el que se me abalanzaron, tres enormes panteras negras de afilados colmillos y rojizos ojos cuyo pelaje brillaba con especial fulgor durante la tormenta que tomaba lugar aquella misma noche, y como si de una extensión de mis brazos se tratasen desenvaine y extendí dos espadas de acero que seccionaron sus cuellos como si de mantequilla se tratase, y si bien esto que cuento es breve, no es sino porque estas panteras no significaron nada en mi viaje, fueron simples hormigas, pero lo que vino a continuación durante los meses venideros, aquello me hizo pensar en aquellos seres indefensos.

CAPÍTULO 1:" PIERO, AQUEL QUE ABANDONO UN LEGADO"

Piero Kiera, un nombre conocido en todas partes de las tierras verdes, no existía rincón en el que aquel nombre no evocase los mejores recuerdos acerca de las ciencias, se comparaba su nombre al de algunos de los mayores científicos de la historia, y es que con tan solo 16 años se consiguió graduar con honores en la escuela de medicina de Dawn, la ciudad vecina al pueblo que lo vio nacer. Pero contra todo lo que el mundo pensaba, el decidió marchar tras graduarse en busca de una aventura, pues todo estaba rodeado de injusticia hasta los tuétanos, y si bien vivimos en un mundo donde no existen héroes, Piero no quiere ser un héroe, tan solo quiere un mundo justo para su gente.

Las tierras verdes pasan por una época difícil, Las recientes guerras con las diversas tribus de las tierras muertas en un complejo conflicto geopolítico en la frontera dejo decenas de miles de muertos en ambos bandos y una resolución absurda, estar en una situación idéntica que al comienzo de la guerra. Un día en Dawn...

[Vernon]: Últimamente no paran de venir soldados de la guerra, se nota que todo por fin ha terminado

[margarita]: Y que lo digas, ya empezaba a temer por la salud de mis hijas que fueron enviadas, al final de todo...pensar que volverán a casa

Las lágrimas caían por los pequeños ojos de Margarita, una mujer casada con la sacerdotisa del pueblo, de cabellos rubios y ojos amarillos, cayendo a un delicado pañuelo de seda que esta misma sacaba de uno de los bolsillos de su chaqueta marrón, mientras tanto Vernon sacaba de la estantería una botella con un líquido rojizo y una etiqueta con un dragón de color azulado en ella, y un nuevo cliente entraba por la puerta.

[Vernon]: Es una vieja cosecha del valle de los dragones, tiene mínimo 750 fases lunares a sus espaldas y ha madurado correctamente, creo que la ocasión lo merece

[margarita]: No tienes que molestarte Vernon, eres un encanto, pero Ágata y yo queremos descansar para cuando lleguen las pequeñas, además sus novios están impacientes, sin duda es algo precioso...

[Piero]:si supongo que es precioso...

Este último, ataviado con un elegante traje blanco como de costumbre y de pelo moreno y ojos amarillos, muy similares sino idénticos a los de la alegre margarita, se sento en otro taburete de la barra, al lado de la joven.

[Vernon]: Dios Piero, en serio sé que eres el mejor medico de las tierras ver...

[Piero]: Del mundo, y si vas a hacer algún comentario por décimo séptima vez esta semana acerca de mi estatura...

[Vernon]: En absoluto, ni se me ocurriría sir Fleming, toma anda, te noto tenso, toma un vaso de esta vieja cosecha, ¡Por Anastasia y Zafiro!

[Margarita]: Deberías estar más relajado Piero, ahora que todo ha terminado, los doctores tendréis menos trabajo y podréis descansar hasta la próxima guerra.

[Piero]: Veo que ni tan siquiera piensas en esas decenas de miles de personas...

[Vernon]: Piero, otro comentario así y te vas fuera ahora mismo

[Piero]: Lo siento, siento preocuparme por las vidas de la gente, comprendo a Margarita pero no es un final feliz, en un final feliz solo muere quien la muerte busca, pero en este caso, nadie la buscaba y demasiados la encontraron...

En aquel instante Piero se levantó, se colocó su sombrero de copa (¿en serio llevaba uno en un cinturón y nadie se dio cuenta?) y se dirigió hacia la puerta de salida mientras Margarita se hallaba entristecida en su taburete a causa de las duras palabras de Piero.

[Piero]: Margarita, de veras, no pienses que eres mala, de hecho, seguramente seas mejor que casi todo el mundo que hay en esta ciudad, o al menos mejor que este destilador de pacotilla

[Vernon]: ¡OYE!

[Piero]: Pero simplemente es mi forma de ser, en fin, solo quería deciros, como las únicas personas que conozco en el pueblo que me iré esta misma noche hacia Wolfnack.

Aquellas palabras parecieron congelar la estancia con la misma efectividad que un conjuro de hielo, tanto Margarita como Vernon le miraron mientras el sol iluminaba su rostro, un sol anaranjado en el atardecer más sombrío de Dawn.

[Margarita]: Pero...pero no puedes irte, no ahora, Anastasia quiere verte y aprender un montón de medicina, y siempre has sido amigo de zafiro...

[Vernon]: Alguien tiene que venir a destruir la monotonía y un par de paredes de vez en cuando Piero, se me hace impensable regentar este tugurio sin ti.

[Piero]: Espero que cuando oigáis de mí, claméis de alegría, os quiero mucho, de verdad, gracias por estos 4 años, han sido maravillosos, pero ahora, necesito cumplir un objetivo...

Tan pronto termino de pronunciar esa última palabra, Margarita se levantó corriendo para dar un último abrazo de despedida a Piero, pero fue en aquel entonces cuando Piero cruzo las puertas del bar de nuevo, y cuando Margarita salió por aquella misma, se encontró la calle desierta, y a la vez, en ese instante las lágrimas de Piero caían sobre el débil tejado de madera de la casa más cercana, estas no eran unas lágrimas de alegría o de orgullo como las de la pobre Margarita, eran lágrimas de tristeza y de añoranza, pero él sabía que aguardaba algo importante, Piero comenzó a saltar entre los tejados mientras musitaba para sus adentros "nunca os olvidare..."