Anexo al informe policial. Parte IV

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La primera patrulla de la policía que se presentó en el lugar de los hechos asegura que enaquella sala sólo había tres cuerpos, que se identifican con el de la mujer, el del interlocutor dos, y el de el inspector L.B. El cuerpo del interlocutor uno no está.

Según esta misma pareja de agentes, cuando encuentran al inspector, este parecedesorientado. Muestra quemaduras graves en varias partes de su cuerpo y un golpe fuerte en lacabeza. Se adjunta aquí la declaración del inspector, que hace desde el hospital, después derecuperarse parcialmente de sus heridas:

"Llegué hasta el lugar de los hechos por un chivatazo. Me llegó un mensaje al correoelectrónico de alguien que, al parecer, sabía que algo iba a ocurrir en aquel lugar. No conocía elorigen del mensaje, pero describió con exactitud varios de los asesinatos que habían ocurrido en lasúltimas semanas en la ciudad. Los describió con información que sólo alguien implicado en el casopodría tener.

Esto me empujó a valorar en cierta medida el correo que había recibido. Es sabido que lagran mayoría de estos correos son falsos, pero esa información adicional era más que suficiente paratenerla en consideración. No sé si me la envió el asesino, o alguien cercano a él.

Fuera como fuese, en el correo se adjuntaba un número de teléfono, y se me aseguraba queel sistema GPS del teléfono estaría activo durante las próximas horas. En teoría, debía localizar elteléfono porque, si todo era correcto, allí estaría el asesino de todas esas víctimas de las últimassemanas.

No quise informar a nadie. Preferí validar las fuentes antes de alarmar a los superiores. Asíque comencé mi labor de investigación. El servicio de comunicaciones me aseguró que, estando elGPS del teléfono activo, eran capaces de determinar la ubicación exacta del terminal. Sabíamos elnúmero, así que lo teníamos todo.

El terminal estaba en un chalet de una zona periférica de Madrid. Investigué el chalet, y mepareció extraño que estuviera a nombre de alguien sobre el que no constaba nada desde hacía casidiez años. No había altas en la seguridad social, ni contratos de trabajo, ni ganancias... Nada...¿Cómo puede vivir alguien sin dinero?

Me pareció raro, suficiente como para ir a investigar. Forcé la cerradura, arriesgándome a loque aquello suponía, y entré en la casa. Cuando llegué al garaje... En fin, cuando llegué al garaje meencontré con aquella sala de los horrores, aquella sala de tortura. Supe en aquel momento que aquelhombre era el asesino que buscábamos. ¿Qué otra mente podría haber construido aquello?

El resto creo que lo pueden ver en las imágenes.

Cuando todo acabó, intenté desatar al hombre que había sobre la estructura de tortura, el quequedaba vivo. Lo liberé y traté de incorporarlo. No sabía quién era ni qué hacía allí, pero imaginabaque era el hombre que me había dado todos aquellos datos. Lo contrario no tendría sentido.

Fuera como fuese, aquel hombre aún mantenía fuerzas suficientes como para golpearme enla cabeza y escapar sin que pudiéramos obtener más información.

Poco después, cuando aún estaba mareado por el golpe, avisé a la central. Permanecí allíhasta que vino la primera pareja de la policía."

Hasta aquí la primera declaración del inspector. No sabemos quién era el interlocutor uno, nipor qué escapó de allí. Es casi seguro que fue él el que llevaba el dispositivo con GPS en su ropaje,y a través del que el inspector fue capaz de llegar a la casa. Se trataba de un dispositivo de altatecnología, de tamaño muy reducido, que encontramos poco después escondido en el interior delforro de una cazadora que había en un montón de ropa, en una esquina de la estancia dispuesta paralas torturas. Al parecer, el hombre desaparecido olvidó esta chaqueta antes de huir de la escena.

La investigación sigue su curso, pero se atribuyen al hombre abatido por los disparos delinspector los asesinatos de las últimas semanas. Se investiga su relación con grupos de delincuentesque operan en las redes de Internet.

Yo psicópata. El diario de un asesino IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora