Me gusta estudiarte desde lejos. Durante todo este tiempo te he vigilado muchas veces. Unas veces era yo mismo el que seguía tus movimientos desde la seguridad de una azotea cercana,escondido entre un mar de rostros extraños. Otras veces no era yo el que te vigilaba, sino alguno de mis ayudantes. Porque tengo mis propios discípulos. Supongo que estarás orgulloso de mí, ¿verdad,maestro?He evolucionado.
Después de pasar mucho tiempo pensando, me di cuenta de que la mayoría de los asesinos como nosotros han sido siempre personas solitarias, de carácter enfermizo.Algunos tienen unas historias realmente oscuras, inquietantes. Yo mismo siento escalofríos cuando leo artículos en la prensa sobre las personalidades de algunos asesinos en serie. Seres repletos de ira, trastornados, enfermos al fin y al cabo.Yo no estoy enfermo.
Al menos no más que tú, y, por supuesto, no más que cualquiera de los pánfilos acomplejados que abarrotan este mundo. No. No es enfermedad. Es un pasatiempo. Matar,causar dolor, regocijarse en el sufrimiento extremo es una forma como otra cualquiera de pasar las horas. ¿Por qué habría de ser distinto a, por ejemplo, sentir una euforia exagerada cuando gana tu equipo de fútbol? ¿O a atiborrarse de pizza una noche en casa, mientras ves tu serie favorita? Yo no veo fútbol, y casi no sigo las series de televisión.
Sin embargo, me deleito arrebatando vidas.Y, como te decía, maestro, no es necesario hacerlo en soledad. Después de pensarlo bien,imaginé que mi pequeña diversión también debería ser la de muchas otras personas. Empecé a investigar, y encontré lugares muy interesantes en Internet. Dentro de la gran red de redes existe una zona aparte, una pequeña subred formada por ordenadores y servidores alternativos, alejados del control de los gobiernos; puntos de encuentro para todo tipo de almas con necesidades especiales,como nosotros.
Allí, en esa especie de Arcadia para los sentidos, repleta de asesinos a sueldo,prostitutas, compra y venta ilegal de armas y personas, donde el único límite lo pone la cantidad de dinero que poseas, encontré a mi gente; y allí hicimos nuestro pequeño clan. Nuestro pequeño grupo de asesinos.¿Te está gustando lo que te estoy contando? Es importante para mí que sepas todo esto,admirado maestro, porque todo buen discípulo debe saber agradecer a su antecesor las enseñanzas recibidas. Te lo cuento también para que te sientas orgulloso y sepas, sin lugar a dudas, que tú y yo no somos muy distintos, pero yo mato mejor que tú.Así que mientras que tú estabas por ahí, tratando de encontrar de nuevo tu senda, follando con todo tipo de mujeres, destrozando el templo en el que habías convertido tu cuerpo, yo estaba pasándolo en grande con mis amigos, disfrutando de los secuestros, gozando con la sangre derramada de esas almas descarriadas que no significaban nada para mí ni, por lo visto, para nadie.
Y así, mientras tú perdías el tiempo, yo me perfeccionaba cada día y enviaba a mis pequeños aprendices a volar y matar por todas las ciudades del mundo. Y ellos lo hacían con diligencia y pasión. Y ellos mataban para mí.No sabría decirte cuántos hemos matado a lo largo de estos años. Han sido cientos los mutilados, los degollados, los abrasados, los masacrados, los aplastados hasta la muerte. Cientos a lo largo de todo el mundo. Cientos de personas borradas, eliminadas, aniquiladas.Muchos eran vagabundos, personas sin hogar.
Gente que no importaba a nadie. Otros, al contrario, eran hombres y mujeres con vidas corrientes, quizá algo aburridas. Personas que, de repente, desaparecían para siempre sin dejar rastro. ¿Y quién las buscaba? ¿Y durante cuánto tiempo? ¿Sabes la cantidad de personas que desaparecen en un país a lo largo de un año?Bien, querido mío. Ahora que sabes todo esto: ¿qué opinas de mí? ¿Sigo siendo tu discípulo,o eres tú el mío?
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Yo psicópata. El diario de un asesino II
Gizem / GerilimLa aclamada y espada continuación de "Yo psicópata; El diario de un asesino" Ya esta disponible aquí mismo, espero que la disfrutes y te den ganas de sentir la sangre del protagonista correr por tu piel fría...