Lentamente, Carter abrió los ojos, el frío de la noche erizaba su piel, su primer instinto fué abrazarse para entrar en calor.Estaba dentro de su lujoso automóvil, el parabrizas estaba impactado, como si hubiese chocado contra algo... Quiso poner en marcha la unidad girando la llave, pero nunca encendió.
Maldijo entre dientes... El frío era demasiado... Abrió la puerta aún aturdido y bajó...
Una camioneta pasó a su lado a toda velocidad, tocaron el claxon y las risas no esperaron... Fué entonces que reaccionó que casi estaba desnudo, solo traía puesta la tanga negra que se había puesto esa mañana... Rápidamente regresó al interior de su auto buscando algo que ponerse y encontró su ropa.
Extendió su mano para tomarla y estaba inservible... Como si hubiera pasado por una podadora. Buscó sus finos zapatos y también estaban arruinados, apestaban horrible, embarrados en algo café que podría ser lodo, tierra, heces fecales o una combinación de todo.
Sin nada que ponerse y sin que el automóvil andara, bajó de nuevo maldiciendo y soportando su vergüenza. Abrió el cofre de la unidad para ver el motor, grande fue su sorpresa, todos los cables estaban cortados, algunas piezas fuera de su lugar y en medio de todo ese caos una nota que decía:
"Joy me ha contado lo que quisiste hacerle, la próxima vez que quieras ponerle una mano encima no desarmaré tu auto, destrozaré tu cara.
Vé y llorale a tu papi".
Pd. Jodete.
Tod.
Carter hizo pedazos la nota, se tragó su orgullo y aceptando su derrota, caminó las dos cuadras que lo separaban de su casa.
-¿Quién quiere un poco más de vino?- Marina estaba rellenando una vez más su copa. Estaba vestida con un entallado vestido rojo con detalles blancos y un gorro de santa -¡"Cupido Navideño" invita otra ronda!-
-No tengo dudas de que me tocó una hermana loca- Johan reía divertido, a su lado, Tod cortaba un poco del horneado en su plato.
-Yo me pregunto cómo conseguiste enamorar al doctorcito mentiroso este- habló Tod metiendo un poco de la jugosa carne a su boca.
-No se llama doctorcito- Marina le sacó la lengua -Se llama Leopoldo y solo yo, le puedo decir Leopy-
El chico al lado de Marina respondió mientras reía
-Lamento haberte mentido Tod, pero fue por una buena causa. Ha valido la pena, ¿No?--En eso tienes toda la razón- el pelinegro abrazó a Joy y le dio un tierno beso en la mejilla.
El otro se sonrojó hasta las orejas y sonrió contento -Todavía no me la creo Teddy-
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Mi amigo Johan y yo
Short StoryA Tod nunca le importó que Johan fuera gay, ellos eran los mejores amigos y desde jóvenes prometieron que lo serían por siempre. Porque un verdadero amigo es aquel que te acompaña en las buenas, pero sobre todo, en las malas. Todos los derechos rese...