Capítulo 5.- Tatuado en mi alma

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A las nueve y media de la noche ya ambos estaban ebrios, más Tod que Johan, ya que Tod engullía el alcohol como si fuese agua

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A las nueve y media de la noche ya ambos estaban ebrios, más Tod que Johan, ya que Tod engullía el alcohol como si fuese agua. Habían reído mucho y realmente la habían pasado muy bien. Para Johan hablar con Tod era tan fácil, como si pudiera ser él mismo.

-¿Me puedo quedar con este oso barrigón?- Tod tenía en sus manos el oso de peluche
-Lo llamaré Puki-

Johan reía a carcajadas viendo a Tod darle un beso al peluche
-¡Puki no es nombre para un oso!-

El pelinegro tapó las orejas del peluche en sus manos -Shhh que si te escucha se va a ofender-

-Estás completamente loco, no me queda ni una pizca de duda- a Johan ya le dolía la panza de tanto reír -Por favor no me vayas a dejar morir solo-

-Ya te dije que no te vas a morir solo- Tod golpeó su pecho como un macho alfa mientras reía
-Tienes a tu Teddy personal para siempre. Nunca te dejaré solo-

-¿Aún cuando tengas una esposa rubia y unos cinco hijos?-

-Aunque mágicamente llegara una chica que pudiera ser mi esposa y me diera un hijo. Tú llegaste primero-

La sonrisa de Johan comenzaba a desaparecer -No sé Tod... Yo creo que nunca encontraré a una pareja y tú encontrarás a tu rubia perfecta y te olvidarás de mí-

Tod se puso de pie y tomó a Johan por el brazo, haciéndolo caminar a la salida junto a él
-¿A dónde vamos?- preguntó Johan.

-Voy a probarte que no te dejaré solo nunca-

Cerca de aquel lugar, a una cuadra de distancia, había un local de tatuajes, Tod entró junto a Johan... Los chicos que atendían allí, notaron que estaban algo ebrios por su forma de hablar y de caminar, pero no era la primera vez que recibían clientes así. Por lo que, los atendieron... Además ambos chicos eran guapos, el ojiazul que hacía los diseños de los tatuajes, ya estaba ansioso por poder poner sus manos en los maravillosos músculos que se veían en Tod... Y al mirar a detenimiento a Johan, también anheló poder tocarlo a él, que se veía tan dulce y suave.

-¿Están interesados en algún diseño en particular?- preguntó el ojiazul a Johan, poniéndolo nervioso por su cercanía.

Tod se atravesó en en su camino, protegiendo a Johan de que aquel chico no lo incomodara... ¿O serían celos, tal vez?... De inmediato Tod sacudió un poco su cabeza descartando esa absurda idea
-Quiero un tatuaje que sea especial-

El ojiazul se dió cuenta que el hermoso rubio ya estaba apartado, así que dio a Tod un libro lleno de diseños distintos
-Aquí pueden encontrar uno que les interese-

Tod encontró una calavera que fué de su agrado y miró a Johan
-Esta está genial- le señaló el diseño a su amigo -Nos haremos el mismo tatuaje para que veas que voy enserio con mi promesa-

El rubio abrió sus ojos en grande sin entender, así que Tod siguió hablando -Cada vez que yo vea mi tatuaje me acordaré de ti y lo mismo pasará contigo. Aunque quisiéramos olvidarnos, nuestra piel nos traerá el recuerdo constantemente y mi tatuaje me recordará por siempre que prometí no dejarte morir solo... Asi que... ¿Lo aceptas?-

Mi amigo Johan y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora