[ARREPENTIMIENTO]♡||KAISOO||

CAPITULO 3

KyungSoo sin decir palabra alguna ayudó al moreno a que subiera a su automóvil haciendo que se sentará con cuidado en el asiento del copiloto, notó que la expresión del más joven mantenía ese deje de dolor y tristeza mientras susurraba incontables veces “Soo”, el más bajo soltó un sonoro suspiro y ingreso al vehículo para después dedicarle una mirada neutra a su no bienvenido acompañante.

—Basta.— hablo secamente el de ojos grandes —No sé dónde te heri pero ya te llevaré al hospital y pagaré los gastos— prendió el automóvil mientras apretaba fuertemente sus manos en el volante del vehículo.

—Me heriste el corazón.— soltó el moreno.

Un silencio que parecía totalmente interminable se hizo presente dentro del pequeño automóvil, KyungSoo estaba tratando de aguantar su rabia, si rabia porque el que tuvo el corazón hecho trizas era él y eso le enojaba más porque todo ese estúpido tiempo solo esperaba no encontrarse con él, con ese moreno que se había pegado tanto a sus pensamientos y a su corazón desgarrado. ¿Él le había herido el corazón? Sonrió KyungSoo con ironía TENÍA QUE SER UNA JODIDA BROMA ¡¿NO?!

—Ja.— río con amargura —No has cambiado Kim sigues siendo el mismo hipócrita de siempre.

—No es así... KyungSoo...se que no es fácil pero yo te...

—¡Cállate!— volvió a girar su mirada el pequeño dejando notar en su mirada rencor, dolor y sentimientos que el mismo no podía explicar —¡¿Qué yo te hice daño?! ,Ay por favor, ¡TU FUISTE EL QUE ACABÓ TODO, ¿O NO LO RECUERDAS?!

—Yo...— trató de hablar el de piel canela.

—¿Qué?¿Tú qué?— trató de calmarse —¿Quieres que vaya corriendo a tus brazos?—Ya no, eso se acabó, es más tú y yo ni siquiera debemos estar hablando.

—Soo...

—Tu y yo no tenemos nada que nos una.

No escuchó respuesta alguna por parte del moreno solo sintió como el cuerpo de este se alejaba, seguidamente sintió el aire golpear su cuello y un pequeño ruido de la puerta del auto siendo cerrada, no lo miraría, el moreno ni siquiera se merecía una mirada por parte de él.

—Se que es demasiado tarde, que fuí un bastardo total, pero no te deje de amar nunca...

—¿Lo hiciste?— volvió a reír el pequeño mientras mantenía su vista en la carretera— Pensé que fui utilizado ¿O no fue así?— apretó aún más sus manos haciendo notar sus nudillos ya blanquecinos— Y crees que porque me vienes a decir ahora que nunca me dejaste de amar, cosa que no hiciste y lo dejaste claro la última vez, iré corriendo a profesarte amor como si nada hubiera pasado.

—No...

—Al menos tienes algo claro.

—Si, y es que te recuperaré KyungSoo.

El chico de piel lechosa no quiso escuchar más, se limitó a arrancar el automóvil para seguir su camino con su mirada fija al frente, ya no iba a caer en las redes del moreno, no iba a dejar que le vuelva a romper el corazón ¿Qué sentía ahora? Pues frustración porque aquel moreno estúpido estaba tirando por la borda su plan de dos años de olvidarlo, lo admitía, no lo había hecho en su totalidad pero quería hacerlo.

“El amor es como una guerra, fácil de iniciar, difícil de terminar, imposible de olvidar”

—HENRY-LOUIS MENCKEN.