[ARREPENTIMIENTO]♡||KAISOO||

CAPÍTULO 14

JongIn miraba el techo blanco clásico del hospital soltando un suspiró al aire, el ventilador daba pequeñas vueltas provocando que se mareara un poco llevándolo a que soltara otro suspiro más, bajo su mirada de forma lenta encontrándose a JongDae hablándole al vientre ya bastante grande de su novio y este último soltando risitas por las cosas que le decía.
El moreno negó suavemente con su cabeza, desde que la pareja había venido se la habían pasado así, provocaban que extrañará más a KyungSoo.

—Kai.— llamo su atención MinSeok quien acariciaba su vientre con una mano y con la otra tapaba la boca de su novio para que lo dejará hablar. —¿Qué planeas con Soo?

—¡Minnie!

—Tú silencio, Chen.

—Si, mi amor.

Kai rió ante tal escena, definitivamente su amigo era un pisado pero lo olvido un momento para mirar MinSeok con una pequeña sonrisa en sus labios mientras se acomodaba en la pequeña camilla de hospital soltando un último suspiró para poder hablar.

—Desde que lo volví a ver, aquel día que casi me atropella...— rió suavemente el moreno antes de ver sus morenas manos en la tela de la típica bata de hospital que llevaba puesta.— Desde en ese momento en que el destino lo volvió a poner en mi camino, planeó recuperarlo, planeó recuperar al único amor de mi vida.

—Le dicen romeo carbonizado. — rió Chen sintiendo como consecuencia un pequeño golpe en su cabeza por parte de su novio.—Ya me calló, amor.

—JongIn, más te vale no hacerle daño a Soo está vez.

—No lo haré.

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¿Por qué todo tuve que ser tan difícil?¿Por qué no dejaron que ellos sean felices?¿Tan difícil era? Ese eran las tres preguntas que tenía KyungSoo en mente mientras de acomodaba en el pequeño asiento del bus que lo llevaría donde quedaba el hospital donde estaba él moreno, JongIn, Kai.
Todo este tiempo lo había odiado cuando el no tuvo la culpa de nada lo que pasó, el fue otra víctima más de las personas que los querían separar pero ya no dejaría que lo hicieran, ahora debía ir donde el moreno y pedirle perdón, pasó a pasó iría todo.

—Esperame un poco más...Nini.— susurró KyungSoo viendo como pequeñas gotas de lluvia empezaban a caer por el vidrio del bus en el que iba.

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—¿¡Cómo es posible!?

Se escuchó un gran gritó el la gran casa de los Kim por parte de la cabeza de la familia seguido de un fuerte golpe en la mesa de su escritorio ante la atenta mirada de su esposa y dos hombres del personal de servicio que se encontraban en su oficina.

—Traigan a Krystal, quiero que ella me lo diga de su propia boca.

—Si, señor.

En ese momento uno de los dos hombres salió de la habitación para a los minutos regresar con la mujer en brazos quien no paraba de gritar furiosa.

—¿¡A qué se debe esto, señor Kim!?— gritó Krystal apenas fue puesta en el suelo a lo que vio lo que el hombre rió.— No entiendo nada.

—¿Sabes que mis hombres te tienen vigilada?— La cara de su esposa y de la muchacha mostraban algo de sorpresa en aquello.—¿Cómo es posible que ese asqueroso chico haya regresado y tú lo hayas dejado pasar como si nada?

—Vino a negociar por mi palabra.

—¿De qué hablaron?

—¿Negociando, Señor Kim?

El hombre solté una risita antes de levantar una de sus manos para chequear los dedos, rápidamente los dos hombres sacaron a su esposa cerrando muy bien la puerta, sin previo aviso el hombre mayor tomó a la mucha por el cuello empujandola contra la pared sin ni un pelo de piedad en él.

—Yo voy a negociar así.

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《¿De verdad el amor podrá salir contra todo el mal que se aproxima?》