Bad Boy,Good Lips |K.P|

Alone

Canción "Too Much To Ask"- Niall Horan

Narrador Externo

Su cuerpo apoyado en la barandilla metálica; un copa de vino rojo en su mano derecha, de la que bebe de vez en cuando, coincidiendo con los momentos en los que su mente piensa en Malachai; y el bonito paisaje de Central Park a la una de la madrugada, en calma, observándolo desde la altura de un décimo piso. Es en lo que estaban consistiendo sus últimos tres días desde que llegó a Nueva York.

Detrás suyo, en el interior, el apartamento de cuatro habitaciones y dos baños se encuentra oscuro. Haciéndola estremecer cada vez que mira hacia atrás y ve, a través de la puerta corrediza de cristal, nada más que sombras negras. La luz en el lateral derecho del balcón le permite distinguir un poco los objetos más cercanos a ella del interior.

Puede oír el sonido de las risas de dos personas provenientes de su izquierda. Su mirada se dirige al lugar, y en efecto, dos apartamentos más a su izquierda se encuentran dos personas en el balcón. Una pareja, asume, o tal vez amantes. Ambos con sonrisas en sus caras, besos y caricias de vez en cuando. Ajenos a la mirada envidiosa de Brooklyn.

Los pensamientos de la chica se dirigen involuntariamente a Kai, pensando que aquellas dos personas podrían haber sido ellos mismos, si él, hubiera decidido ir con con ella.

Lleva la copa de vino a sus labios y deja que el líquido pase por su garganta.

-¡ Levis, para!- la voz de uno de los chicos le dice al otro, con un tono que sugiere que desea justo lo contrario a las palabras salidas de sus labios. Brooklyn vuelve a fijar la mirada en sus vecinos. Uno de ellos está depositando pequeños besos en el cuello del otro.

- Maldito Kai.- se dice a si misma.

Otro trago y la copa queda vacía.

Hace una mueca y suspira. La sudadera mantiene su cuerpo caliente del fresco tiempo en esa madrugada. Su cuerpo pasa a darle la espalda a Central Park y le da la cara al silencioso apartamento. Abre la puerta corrediza y entra en su habitación, encendiendo la pequeña lámpara de la mesilla de noche, permitiéndole distinguir las figuras del cuarto.

Levanta la almohada y la echa a un lado, pudiendo de esta manera coger su pijama, que solamente consiste en una prenda: la camiseta de Kai. Sabe que fue tonto de su parte meter en la maleta esa camiseta, que no debería haberlo hecho. Porque lo único que hace es recordarle aún más al brujo, y en estos momentos lo último que necesita es acordarse de la persona que le ha hecho daño, que le ha hecho sentir tantas cosas hacia él, para luego tirarlo todo por la borda. A veces piensa que su reacción fue exagerada, pero la verdad es que todo lo que dijo fue verdad. Si ella de verdad significara algo para él, no la hubiera dejado venir sola.

Y a pesar de todo, duerme con esa camiseta.¿ Porqué? Por que lo necesita, necesita que una parte de él se encuentre con ella. Las últimas noches han sido iguales que cuando Kai fue dejado atrás en la prisión, o incluso peor. Porque esta vez, Malachai no falta de su lado porque le es arrebatado, sino porque ha elegido no estar con ella en sus peores momentos.

Aún así, sigue esperando cada día verle, que aparezca de repente en la puerta principal, diciendo lo idiota que es por abandonarla, lo mucho que lo siente, suplicarle por su perdón. Y ella es consciente, de que si Kai aparecería ahora mismo en su entrada, con una expresión de arrepentimiento, pidiéndole disculpas; ella se arrojaría a sus brazos, no dejándole ir, necesitándole a su lado.

****

La mano de Kai  va a su sien, frotando el lugar suavemente. Un gesto de impaciencia y exasperación.