La cena con sorpresa.

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Pov Narrador:

A Farkle le temblaba el cuerpo entero y le sudaban las palmas de las manos, la corbata que se empeñaba en producirle una sensación de ahogo no ayudaba y la camisa que se había puesto era tan fina que dejaba pasar todo el frío.

Había comprado un ramo de rosas rojas a la salida del metro y esperaba con ilusión que fueran del agrado de Riley, el plástico que las envolvía era de color azul oscuro y estaba completamente empapado, lo positivo era que la nieve que había caído sobre las flores mientras él caminaba las daba un toque invernal y único.

Riley se encontraba encerrada en su habitación en compañía de Maya, quien la estaba distrayendo para que Lucas pudiera preparar bien la sorpresa que tenían en mente.

-Oye, este vestido es precioso, deberías ponértelo más a menudo. –La sugirió Maya señalando la percha en la que descansaba un delicado vestido rojo de encaje.

-¿En estas fechas, estás loca? –Se carcajeó Riley admirando la atrevida prenda.

-¿Y por qué no? –Replicó Maya tratando de convencer a su amiga. –Podríamos arreglarnos y hacernos unas cuantas fotos, así te distraes un rato.

Riley se mostró de acuerdo con la propuesta de Maya y se recogió el pelo en un moño, abrió de par en par las puertas de su armario para que la rubia escogiera un atuendo a su gusto, así ambas comenzaron a maquillarse, peinarse y retocarse.

El matrimonio de los Matthews había sido invitado a una fiesta de compromiso que celebraba un compañero de profesión de Cory y seguramente estarían fuera hasta bien entrada la madrugada, por eso, a sabiendas de ello, Lucas y Maya habían aprovechado para poner en marcha los preparativos de su plan maestro.

El teléfono de Maya vibró tres veces, aquella era la señal de su novio de que tenía que salir porque Farkle estaba a punto de llegar. Se puso en pie hecha un manojo de nervios, como si lo que estuviesen organizando fuese una boda y no una reconciliación.

-Voy al baño a buscar un pintalabios rosa. –Se disculpó y, con aquel patético intento de excusa, se retiró como alma que lleva el diablo.

-¿Todavía no está aquí? –Le preguntó sumamente alterada al chico y empezó a verificar que todo estuviera en su sitio.

-No, pero ya le debe de faltar poco. –La tranquilizó Lucas rodeándola por la cintura. –Por cierto, estás deslumbrante.

-Y tú eres él pelota más grande de todos los tiempos. –Le reclamó ella zafándose de su agarre. –No creas que no me he dado cuenta de que faltan las copas y los cubiertos a juego.

-Todo va a salir bien. –Aseguró él colocando los utensilios que Maya le pasaba.

-No lo entiendes, no puede salir bien, tiene que salir perfecto. –Exigió ella moviendo los platos y doblando las servilletas de manera distinta. –De esto depende su relación y sí no sale perfecto siempre me reprocharé el no haber hecho lo suficiente para ayudarlos.

El sonido del timbre agudizó los nervios de Maya y las ganas de Lucas de que aquella interminable noche finalizara.

Pov Riley:

Un golpe firme y enérgico en la puerta me hizo saltar en la silla del susto. Aquel asunto comenzaba a olerme mal y a resultarme muy sospechoso, primero el que Maya quisiera que nos pusiéramos vestidos cuando ella nunca perdía tiempo en arreglarse y que después desapareciera sin más, así que, traicionando la corazonada que me decía que me metiera en la cama y me fuera a dormir, salí de mi habitación y me encontré con lo último que me esperaba.

Rock Meets World.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora