Yo me quedo, tu te vas.

510 30 0
                                    

Pov Maya:

Mayo se abría paso por la ciudad como las flores por un campo de hierba aún escarchado, el agradable pero sofocante calor pronto comenzaría a hacer de las suyas y el verano sustituiría temporalmente a la fugaz primavera.

Era un viernes y nos encontrábamos atrapados en clase de francés por culpa de que la profesora estaba de peor humor que de costumbre. A mi izquierda, en el asiento contiguo al mío, Riley me miraba con expresión soporífera, sí, después de varios meses habíamos vuelto a sentarnos juntas, mientras que a Farkle no le quedaba otra salida que ocupar el puesto vacante que siempre quedaba cerca de Vanessa.

-Antes de que recojáis vuestras cosas y salgáis corriendo, tengo que informaros de algo muy importante que seguramente os alegrará el día, al contrario que a mí. –Bramó aquella mujer en un tono amargado y desgastado. –Finalmente, después de tanta insistencia por vuestra parte, este año se hará un viaje de fin de curso.

Se escucharon vítores colectivos que retumbaron por toda la clase y enfadaron aún más a la profesora, que ya de por sí parecía estar en plena ebullición de cólera.

-No lo celebréis todavía, el viaje se realizará a principios de junio aproximadamente y, ante todo, tendrá fines puramente educativos y no turísticos. –Se encargó de aguarle la fiesta a los alumnos que, en esta ocasión, respondieron con un abucheo general. –Hay dos destinos posibles, que son Quebec, en Canadá y París, en Francia, y por si no se os ha encendido la bombilla aún, el objetivo de estas vacaciones, como algunos de mis compañeros optan por referirse a esto, es que practiquéis y mejoréis vuestro francés.

Se sucedieron varias quejas y lamentos decepcionados, lo que pareció sonar como música para los oídos de la señora.

-¡Silencio! –Exclamó tratando de mantener el orden. –Solamente podrán asistir los tres últimos cursos y, obviamente, los gastos del viaje corren por vuestra cuenta, sin embargo, al ser un instituto, tendremos la entrada gratuita a los museos, a los teatros y para visitar monumentos históricos, yo estaré al frente del grupo que se decante por Quebec.

Ya solamente por eso supe que escogería el lugar opuesto, en este caso París.

-¿Nos apuntamos, verdad? –Me zarandeó Riley mientras atravesábamos la puerta. – ¿Quebec o París?

-París. –Respondimos las dos al mismo tiempo y nos echamos a reír.

-La ciudad del amor. –Añadió mi amiga con ojos soñadores y secuestró a su novio de las garras, con una manicura perfecta, de Vanessa. –Farkle, tienes que venir y no acepto un no como respuesta.

-Unos cuantos días sin clase. –Fantaseé yo, sin dejar traslucir ni una sola emoción, con salir de aquel edificio gris del infierno.

Nos detuvimos frente a la clase de Lucas a esperarle, en primer lugar, porque los cuatro nos habíamos convertido en un pequeño grupo inseparable, en segundo lugar, porque llevaba tres horas sin verle y ya le echaba de menos, y en tercer lugar, porque todos volvíamos a casa en su coche.

Yo fulminé con la mirada a Lindsay y a sus mascotas malvadas, Makeena y Moxie, mientras que Riley y Farkle continuaban fanfarroneando sobre todo lo que harían nada más pisar territorio francés.

-¿Me he perdido algo? –Lucas me saludó con un beso e interrumpió a la pareja, que se había enzarzado en una pelea estúpida sobre cómo se pronunciaba una palabra muy complicada en francés.

-Nada especial, que nos vamos a París. –Farfulló Riley, olvidándose repentinamente de la discusión con Farkle.

-Ya veo que es una decisión tomada. –Asumió Lucas asintiendo y mirándome.

Rock Meets World.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora