Regreso

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Una maravillosa fiesta de cumpleaños de la que Tweek fue participe, sonrió, incluso bailo y mas sorprendente aún, tocó el piano, cosa que no había hecho en años en público debido a que una vez, tocó, para sus compañeros en una pequeña festividad, muy centrado en que la melodía saliera ala perfección sin equivocarse, siempre que se convertía en uno con el piano se perdía  así mismo en la música, estaba tan inmerso que no  se dió cuenta que la partitura término, sus compañeros quedaron estupefactos ante tal talento.
-¡¡¡Tweek!!! Sabia que eras marica
El pequeño rubio de entonces 7 años salió corriendo de ahí, para ocultarse en un baño a llorar mientras se prometía que jamás en la vida, volvería a mostrar a nadie su pasión, más sin en cambio jamás dejo de tocar el piano, era algo que lo llenaba, si estaba triste era lo primero que hacía , y su mente volaba a otra parte, le había comentado sobre esta experiencia al psiquiatra de la clínica, el cual ya le había ayudado a controlar sus nervios y temblores repentinos.
Siempre que se sentía muy presionado el psicólogo le dió un buen consejo.
- Tweek deja que tu pasión sea tu salvación, cuando te sientas muy presionado piensa en tu piano, y mueve tus dedos como si tocaras música.
- Cree que servirá de algo?
- Claro, mira que pasa cuando tocas el piano?
- Mi mente vuela, me siento libre - dijo el rubio son una sonrisa en su rostro.
- Ves sigue amando la música eso será tu salvación, en dicho caso de que no puedas mover tus manos repetirás en tu mente cada nota que compone tu melodía favorita.
Ese consejo y el hecho de que diario entrenara box le ayudo a mejorar sus pequeños defectos y relajarse.

Mientras los días pasaban cada que se sentía aturdido o nervioso hacia lo que su psicólogo aconsejo y así cada vez iba dejando atrás al temeroso y paranoico Tweek Tweak y ahora era otro.

Solo quedaba un mes para el rubio en ese tiempo se volvió mucho más cercano a Cass la cual también iba mejorando en sus problemas, más sin en cambio aún seguía diciéndole mi amor o cosas cursis a el rubio al cual ya se le iba haciendo normal la manera en que la chica lo llamaba.

Una tarde mientras leía en su recamara, pudo escuchar como se acercaba poco a poco, cuidando de  no hacer el más  mínimo ruido , la pequeña se lanzó a la cama del rubio tratando de asustarlo, pero este habiéndose dado cuenta sólo se volteó para asustarla , quedando la pequeña rubia sobre él, sus miradas se cruzaron ella podía observar los verdes ojos color aceituna de Tweek, él se perdió en celeste mirar de la pequeña chica, nervioso por tenerla tan cerca, su rostro se puso rojo, comenzó a sudar y solo miro a otro lado, la pequeña se recostó en el pecho de el rubio, dejando caer su cabellera en  el cuerpo del mismo, Tweek posó uno de sus brazos alrededor de la cintura de la chica, y sintiéndose completamente relajados se durmieron escuchando el sonido del estanque.

Al despertar sintió un repentino frío que le recorrió, se disponía a cerrar la ventana, pero al tratar de moverse escucho un pequeño quejido, era Cass que seguía dormida en el pecho del mismo, a pesar de tener novias, e incluso haber compartido la intimidad con una que otra persona (hombre o mujer) , jamás se había quedado dormido junto a alguien, pues según los consejos de sus amigos eso era admitir que necesitabas de esa persona y eso no podía pasar, pues jamás había estado enamorado, claro siempre creyó estarlo pero  solo buscaba el calor humano, pero sus temores de no ser suficiente para nadie, siempre se hacían presentes, haciendo que todas sus relaciones fracasarán por mucho que se esforzará.

Ahora mismo no sentía amor y no es como si la chica no lo mereciera se había comportado de una manera muy dulce y desinteresada para con él.

Pero Tweek no sentía amor, un cariño grande pero no llegaba a amor, más sin en cambio podía llegar a confundirse con el primero y eso era algo que con mucha facilidad solía pasarle a el rubio, que más de una vez creyó amar a alguien, le pasó con Christoph, Anna y otros más

Podía ser que su amigo Craig fuera llamado rey del hielo, pero con respecto a Tweek todo decían que era más como un príncipe helado y los apodos iban bien de acuerdo ala personalidad de ambos, encajaba ala perfección ya que eran muy amigos desde los 6 años cuando ingreso ala primaria, muy a pesar de que sus relaciones empezaban bien y ponía de su parte , la costumbre hacia a Tweek perder el interés muy a pesar de que creía estar enamorado.

Sin importar con quién estuviera Tweek y Craig, siempre que terminaban alguna relación, se encontraban para fumar y contar sus anécdotas.

Los pensamientos del rubio se vieron interrumpidos por el movimiento de la rubia sobre su pecho.
- Así qué nos dormimos jajaja
La pequeña sonrojada se levantó y se sentó junto a el rubio, a lo que esté no supo que hacer y simplemente se quedó recostado.
- Tweek
El rubio se sobre salto, en esos meses no había escuchado su nombre de labios de la pequeña rubia, lo cual lo tomo con extrañeza, haciendo que el rubio dirigiera su mirada a su acompañante.
- Mañana regresaré a  casa solo venía a decirte por que talvez tú y yo no nos vemos nunca más...

El rubio no puedo evitar entristecer ante esta afirmación, pero eso lo sabía desde que llegó ala pequeña clínica.

- lo sé Cass tú y yo no nos veremos más pero podremos seguir en contacto por medio de nuestros celulares
- Enserio?? Si es así perdire uno de regalo, jamás necesite de uno por que siempre eh estado sola.
Los ojos de la rubia se iluminaron con tal felicidad que contagio a Tweek haciendo que le sonriera.
- Si , te escribiré mi número y cuando tengas celular me escribes.
- Gracias cariño jamás me olvides- lanzándose a los brazos de Tweek soltando pequeñas lágrimas, el rubio jamás la olvidaría se volvió una amiga muy querida para él.
Al día siguiente la busco, pero fracaso en su búsqueda quería despedirse y darle aquel collar que olvidó darle en su cuempleaños, dándose por vencido escucho una voz que conocía ala perfección, feliz de haberla encontrado el rubio sonrió.
- Te encontré
- ¡¡Mi vida!!
Con una sonrisa en el rostro volteó a ver al rubio y lo abrazó fuertemente.
- Espera, hay algo que tengo para ti- metió la mano a su bolsa y saco una pequeña cajita, los ojos de la rubia se centraron en esta, Tweek la coloco en sus manos.

- Gracias por acompañarme tanto...

Fue lo último que dijo Tweek cuando ella se fue de ese pequeño lugar, los días pasaron como siempre, a veces iba a tocar el piano para el resto de los pacientes, cada día seguía con su entrenamiento y leía en las tardes y así pasaron los días hasta que por fin era momento de volver, ese día sería el baile, decidió no ir, no tenía ganas de ir solo,así que se dirigió a su casa, sus padres lo recibieron muy contentos.
- Tweek que bien te sentó el campamento
- Si hijo te ves más fornido
- Gracias mamá y papá
No pudo evitar sonrojarse al oír eso.
- Mañana es tu graduación, nosotros también acabamos de llegar te fuimos a buscar esto. Dicho esto la madre del rubio le mostró un traje completamente negro.
- Gracias, es muy elegante
- No todos los días te gradúas de preparatoria

Esa noche el rubio durmió feliz, esperando el gran día que estaba por venir...

Esa noche el rubio durmió feliz, esperando el gran día que estaba por venir

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Last ChristmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora