Last Christmas

Finalmente

Durante más de 6 meses Craig no supo nada de Tweek apesar de vivir juntos, el rubio llegaba después de media noche cuando el azabache dormía profundamente y se iba alas 5 de la madrugada, había semanas completas que se quedaba a hacer guardia en el hospital, se aproximaba la navidad y con ello la reunión con sus amigos, Craig no sabia, que hacer, si esperar a Tweek para ir juntos o ir por si cuenta.

Así fue llegó la noche buena, tomo algunas que otras cosas y las metió en su pequeña maleta, y se montó en su motocicleta, mientras viajaba, su cabeza iba hecha un lío, como demonios a pesar de vivir en el mismo lugar Tweek había logrado evitarle, fueron horas y horas de viaje, cerca de las 6pm, iba llegando ala cabaña, al entrar lo recibieron Bebé y Clyde mientras Token ponía el arbolito navideño, se dirigió ala cocina a saludar a Nicole, ahí estaba la morena, con un delicado mandil, color rosa pastel batiendo huevo, estaba tan concentrada que cuando Craig le saludo, dió un salto de susto, ambos chicos rieron.

- ¿Ya llegaste?

- Claro que si, no podía faltar.

Los chicos reían alegremente, estaban sentados, alrededor de la mesa mientras hablaban de las cosas que habían pasado últimamente.

- ¿Como es tu vida con Tweek, Craig?

- Pues, te diré

El azabache levantó los hombros, y bebió de su copa.

- Ohhh valla, son como un viejo matrimonio.

Dijo Token, seguido de esto todos rieron al unisono, Craig disimulo su sonrojo, poniendo una de sus manos en su boca.

- Tweek, no vendrá.

Susurro Bebe, mientras se acercaba a Clyde, este solo negó con la cabeza, todos estaban seguros que después de lo sucedido el hace dos años, Tweek, no querría volver, ya que el lugar le traería recuerdos dolorosos y así fue durante el primer año, pues el rubio no se apareció en toda la noche, cuando se reunían en el café cerca de su trabajo, Tweek, bebía café, y escuchaba atentamente las pláticas, no participaba en lo más mínimo, una que otra sonrisa fugas se posaba en su rostro y todo seguia su camino.

Así fue durante año y medio donde el rubio cerró completamente su corazón, habían escuchado rumores, algunos decían que Tweek, dormía con personas diferentes, otros que bebía y se metía en fuertes problemas, algunos más, que era uno de los mejores doctores del hospital Hell, hasta donde tenían entendido, el último rumor era cierto, y esque tanto Kenny, como los amigos de Tweek, se habían mantenido en contacto para cuidar del rubio, ya que se había vuelto muy autodestructivo.

Los chicos  seguían comentando cada una de las cosas que habían pasado, Nicole y Token, por fin vivían juntos, Clyde y Bebe, se habían comprometido, y Craig, ya era jefe de cirugía veterinaria, todos habían logrado sus objetivos, cuando se acercaba la media noche, Clyde comenzó a servir el vino para el brindis, cuando escucharon un auto que se detenía frente ala cabaña, todo se quedó en silencio, cuando la puerta fue tocada con sutileza.

- ¡¡Es Tweek!!

Dijo Nicole levantándose de su sitio, corrió a abrir, mientras todos le seguían, al abrirse la puerta, vieron al rubio, traía su cabello despeinado, ojeras muy marcadas, una sonrisa, sus ojos esmeralda brillaban con total alegría, vestía unos jeans, una camisa verde pantano, y tenis choclos, lo que más llamó su atención no fue eso, si no que el rubio sujetaba entre sus brazos lo que parecía ser un pequeño bulto enrollado en una pequeña cobija.

- ¡¡Feliz Navidad!!

Craig observaba con curiosidad lo que el rubio sostenía, hacia tiempo no le veía apesar de que ambos compartían hogar, en ningún momento soltó lo que traía en brazos, todos se dirigieron al comedor, bebieron mientras se deseaban lo mejor.