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Júlia ya dejo de llorar hace rato, ahora estaba en los brazos de Mario que el la consolaba con suaves caricias en su cabello. Al ver que ya no lloraba y no gritaba a llantos el nombre de su difunto novio, la levanto con los dos brazos y la llevo al piso de arriba donde la desnudaría y la bañaría para limpiarla del todo.

Al quitarle la ropa y verla desnuda en la bañera y limpiándola, otra vez tenía esa excitación en su cuerpo, era una mezcla de nervios, emoción y excitación sexual y un poco de tristeza porque ya no tenía la mirada tan dulce de la primera vez que la vio, ahora tenía un rostro de una enferma con la piel blanca como un enfermo y de moratones, golpes y las cicatrices algunas ya cerradas por lo que su madre le hizo.

Tenía miedo de que le descubriese que estaba realmente enamorado de ella ya que era la primera vez que sentía atracción por alguien.

Al acabar de bañarla, le limpio con la toalla limpia y saco de un cajón otro camisón limpio, no debería coger otro ya que su madre se enfadaría pero tampoco no quería que siguiese con ese que estaba lleno de polvo, suciedad, sudor, vómitos y sangre de Júlia. Ya lo lavaría para que así su madre no se diese cuenta. 

-Voy a llevarte ahora al sótano.

-No...-Dijo Júlia con voz baja.

Mario miro a Júlia extrañado.

-¿No?

-No quiero volver a ese sótano...No quiero...-Dijo Júlia que su voz se estaba volviendo a quebrarse.

-Tienes que ir, si no mama se enfadara aun mas contigo.

-No por favor, no me lleves otra vez allí...Ya no tendré una cama donde dormir y me obligara a comerme de nuevo a mi novio ya muerto, por favor no me lleves allá bajo, te lo suplico.-Dijo ya volviendo a llorar en la taza del váter como una niña pequeña.

Mario al verla así le entristeció y no sabía muy bien que hacer con ella.

-Esta bien...Are una cosa.

La cogió en brazos y la llevo a su cuarto. Al entrar la puso en la cama cuidadosamente, Júlia vio que su cuarto era el cuarto de un niño pequeño. Tenía juguetes, de súper héroes, de coches, animales, dinosaurios, etc; las paredes habían pegatinas de los personajes de Looney Tones, Mickey Mouse y de la película Toy Story y la cama las sabanas eran dibujitos de la galaxia.

Júlia no se lo podía creer, un hombre adulto de unos treinta años su cuarto es de uno de ocho años.

-Si se lo que estarás pensando. Como un chico de mi edad puede tener cosas de niños pequeños. No tengo ningún retraso, es solo que...Aun me siguen gustando las películas de dibujos animados y me gustan los juguetes.-Se sentía Mario avergonzado por decir esas cosas.

-No, no pasa nada. Tengo hermanos pequeños que tienen un cuarto como el tuyo y en mi instituto tengo compañeros que ven series japonesas.

Hubo un momento de silencio.

-Eres la primera chica que entra en mi cuarto a parte de mi madre, claro. Se que no quieres estar en el sótano así que e llevado a mi cuarto un rato para que no estés todo el día encerrada en el sótano y así contarte como es realmente mi madre.

Mario se sentó delante de ella, respiro profundamente y empezó a hablar:

-Mi madre es buena gente. Ya se que lo que te esta haciendo no esta bien pero no eres la primera que has sufrido unos de sus ataques. Mi madre tuvo muchos problemas en el pasado, llego a España a finales de los setenta y conoció a un hombre que se caso con el y me tuvo a mi. El problema es que mi padre, no quería realmente a mi madre y no quería ser hombre de una sola mujer así que el muy desgraciado abandono a mi madre cuando yo solo era un bebe de meses, nunca lo conocí ni tengo ganas de conocerlo, fue muy cruel con mi madre. Mi madre tuvo que cuidarme ella sola sin alguna de nadie y me cuido muy bien, también me protegía mucho de los peligros del exterior tenía miedo que me hiciera daño como a ella. Cuando empecé a tener la edad de ir al colegio mi madre no quería, quería educarme en casa pero el gobierno la obligaba a matricularme en una escuela porque si no me separarían de ella, no tuvo mas opción que apuntarme en una escuela pero para estar vigilándome la veinticuatro horas del día, ella se metió en el colegio para trabajar de enfermera y así vigilarme. En el colegio era muy tímido y no tenía muchos amigos y tampoco no era muy bueno jugando a futbol, siempre me ponían de arbitro o de recoger las pelotas y en clase tampoco no era el mas listo, siempre que fallaba en una respuesta la profesora me castigaba y a mis compañeros eso les hacía gracia. Me empezaron a molestarme en las aulas y en la hora del colegio y cuando se enteraron de que mi madre era la veterinaria del colegio me molestaban aun mas. Llego a ser tan molesto y veía que nunca pararían, hasta que un día me cogieron por banda y me pegaron en el baño de los chicos, me dejaron hecho cromos. Mi madre enfadada por lo que me hicieron esos niños se quejo a los profesores y al director por no hacer nada a los que me pegaban, ellos pasaron de mi madre, decían que era insoportable y que ya se le pasaría la tontería, que solo herramos niños y los niños siempre nos pegábamos, pero mi madre no lo veía así de claro. Denuncio a la escuela y a los padres del colegio, empezó acosar a los padres para así meterles miedo hasta que uno de los padres y un profesor la denuncio por haberles agredido. Le pusieron una orden de alejamiento pero eso no acabo aquí, mi madre ciega por la ira y que nunca descansaría hasta que consiguiese lo que ella quería, fue a casa de los padres y del profesor y no supe nada de los padres ni de ese profesor, nunca me dijo que hizo con ellos. La policía pensó que había sido mi madre pero nunca encontraron huellas ni pista de que mi madre hubiese matado a esas persona pero empezaron a salir rumores malos de nosotros, mi madre decidió ya sacarme de esta escuela y que me cuidase en casa y para mantenernos en nuestra casa, creo este Motel carretera, al principio funcionaba muy bien, pero la gente ya no venía mucho aquí y los que venían daban una mísera, mi madre se enfadaba mucho que la gente solo viniese aquí solo para traer a sus parejas para fornicar o drogarse, decía que esas personas son los culpables de que halla mala gente en el mundo y no querían que yo me ajuntase con esa gente, así que a los que podía los mataba y yo bueno...Yo me dedicaba a llevarles a las habitaciones, traer comida si hacía falta y lavar las sabanas. La verdad no me gusta hacer eso pero tengo que hacerlo, si no mama se enfada mucho conmigo y da miedo cuando mama se enfada.

Júlia estaba aterrorizada por lo que le estaba contando, no veía nada bueno en ella, NADA.

-¿Y como es que a mi me has salvado y no me has dejado morir como los demás?

-Porque me pareciste muy buena persona, no tenías pinta de ser una yonqui y...Y también porque me pareciste muy guapa...-Dijo esto ultimo sonrojado.

Júlia al verlo así sintió una pequeña muestra cariño a Mario, no era mala persona.

-Hi estoy intentando que mi madre no te mate, pero me esta resultando ser muy difícil, ya que no le caes muy bien y odio verte llorar y verte sufrir...Soy un idiota por no decir a mi madre que pare de hacerte daño...

-No, no lo eres.-Dijo al final Júlia con una pequeña sonrisa.-S-Solo tienes miedo de tu madre...Pero tienes que ser fuerte Mario, así tu madre sabra que puedes ser fuerte y enfrentarte contra ella.

-Yo no quiero enfrentarme a ella. La quiero, es mi madre.

-Ya se que es tu madre pero a veces...Los hijos tiene que enseñar a sus padres de que ya no necesitan su ayuda.

Mario no la estaba confundido negaba con la cabeza.

-Tengo que llevarte al sótano. Puede venir en cualquier momento.

-No, espera, no quiero irme aun. Mario por favor.

-Cállate. No quiero oírte mas. No quiero que vuelvas a decir una cosa mas de mi madre, ella es buena y nunca me enfrentare a ella.

La cogió con los dos brazos y bajo rápido al sótano, donde le puso el grillete en los tobillos.

-Si te portas bien, puede que vuelvas a tener tu cama.

Júlia le miraba con miedo. Cerró la puerta con llave.

Mario estaba nervioso, pensaba en Júlia, no podía sacársela de la cabeza, sus frases, su sonrisa, ella desnuda, sus fotos...

Comenzó a respirar por la boca y a cerrar los ojos con fuerza, intentaba quitarse a Júlia de su cabeza pero era imposible, tenía que hacerlo de otra manera.

Subió a su cuarto y cerró la puerta. Saco del cajón de la mesita de noche unas fotografías, eran de Júlia, estaban en el móvil de Júlia. Se las había sacado para luego imprimirlas, ya no tenía el móvil de Júlia, lo tenía su madre. Se sentó en la cama y mirabas las fotos, miraba cada hermoso detalle de ella, sus ojos, su boca, su cuerpo...

De nuevo le venía a la mente la primera vez que la vio, con la ropa interior, cepillándose los dientes. Volvió a sentirse excitado, empezó sentir los pantalones apretados. Se bajo los pantalones y también los calzoncillos, tenía el pene erecto y comenzó a masturbarse. Se masturbaba mientras miraba las fotos, gemía en silencio, sentía el mas puro placer pero sabía que quería mas. Al acabar dejo las fotos donde estaban, empezó a llorar en silencio, no era de tristeza, era de felicidad, si podía sentirse triste es porque no tenía a Júlia en sus brazos y poder acostarse con ella.


^^

Debo dar gracias a todos los lectores, mas de 200 lecturas, estoy muy contenta de que os guste este libro, de verdad. Espero que os haya gustado este capitulo, hasta el próximo capitulo.

ATRAPADAWhere stories live. Discover now