Como te conocí

"Un asustado peli-rojo y un ¡Extremo boxeador!"

Capítulo 10: "Un asustado peli-rojo y un ¡Extremo boxeador!"

-¿Otra vez Soumen*?- cuestiono el castaño viendo la comida.

-¡No te quejes!, es bueno para nuestra economía- pidió Nana mientras les servía a los demás.

-A mí me gusta el Soumen que hace mamá/Y a mí- apoyaron Reborn y Bianchi a Nana, que les sonrió conmovida.

-Y hay otras personas a las que también les gusta el Soumen- agrego Nana. En eso entraron Zoe y Lambo a la cocina –la primera con el niño en brazos-, para sentarse a comer.

-¡Muere Reborn! –grito el menor en cuanto vio al hitman. Saco una bazuca normal y disparo, el proyectil fue detenido por Reborn con unos palillos y lo re-dirigió al bovino que salió disparado por la ventana.

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-Ah- murmuro un peli-rojo extrañado, mientras miraba el interior del cuarto.

-¿Qué fue ese sonido? –cuestiono la madre del joven.

-¿Por qué te quedas ahí, parado Shouichi?-pregunto su hermana.

-¡Es un niño! –exclamo sorprendida la madre, una vez que los tres se asomaron al cuarto.

-¿Esta bien? –pregunto Shouichi.

-No puedo creerlo, ¿Qué está pasando? –murmuro la chica.

Ding-dong

-Shou-chan atiende- pidió la madre.

-¿Si?- pregunto una vez que abrió la puerta, topándose con un "repartidor" que tenía más pinta de ladrón que nada.

-Alguien me pidió que dejara esto aquí- informo para salir corriendo dejando al chico anonado.

-Algo de contrabando llego- hablo no muy seguro a su madre.

"¿Provisiones de disculpa?", cuestionaron los tres, una vez que abrieron la caja de madera.

-Sentimos mucho que nuestro Lambo haya causado tantas molestias durante todo este tiempo, esto es un agradecimiento. Por favor denle la bolsa estampada a Lambo –leyó la madre.

-Entonces ese niño es Lambo- razono la chica mientras veía a Lambo –que estaba desmayado-.

-No es...una respuesta algo rápida –murmuro la mujer- ¡¿Un fajo de billetes?! –Dijo asombrada mientras revisaba el contenido de la caja- ¡Vino, pasta y aceite de oliva! –concluyo.

-¡La bolsa! –recordó Shouichi viendo que en su interior había una granada.

-Creo que deberás devolveré esto Shou-chan –pidió la mujer.

-¡¿Yo?! –se señaló.

-Eres el hombre la casa, es tu deber –agrego la hermana.

-Pero no conozco la dirección –intento zafarse.

-La dirección venia en el bolso del niño –comento la madre – Además es cerca –acoto.

-Si pasa algo iremos por ti –intento animar la chica.

-Y te prestare mi celular para que nos hables –agrego la madre.

-Siempre me toca a mí- murmuro derrotado.

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"Es aquí", se asomó por la entrada para ver a Bianchi –en un bikini negro- y a Reborn –en ropa veraniega- tomando el sol.