6
Se desplomó en el sillón de su casa con una sonrisa en el rostro. Los últimos meses habían sido los mejores de su vida. Desde que Alexandros había llegado a ella, todo había cambiado.
Hoy habían pasado todo el día juntos, yendo al cine y a comer. Luego él le había comprado una rosa preciosa que ahora descansaba en su pecho y la había traído a su casa. Pasaría por ella en la noche para ir a bailar un rato y después pasarían otra noche juntos. No se atrevía ni a pensar en cual había sido la mejor noche de todas. Todo con él era algo sorprendente.
Se levantó y llamó a casa de sus padres, esperando que alguno contestara. Su padre contestó enseguida y luego de una conversación amigable, le informó que iría a comer al siguiente día con Alexandros.
-¿Es tu novio? –le había preguntado.
-No... solo una persona que quiero que conozcas.
Luego de hablar unos minutos más, colgó y se fue a su habitación a cambiarse. Se decidió por un vestido azul pegado al cuerpo, espalda afuera y con un cuello alto. Se hizo una trenza hasta la cintura y unos tacones negros terminaron su atuendo. Alexandros llegó por ella a la hora y se fueron a un bar cercano llamado 'Desire'.
Tomaron unas copas y bailaron toda la noche. Sharon se disculpó pues tenía que ir al baño y le dio un beso en los labios. Alexandros se acercó a la barra a pedir unos tragos y Robert, el barman, se le acercó y lo saludó.
-Alexandros Kana... que milagro verte por acá –le dijo, dándole un shot de tequila.
-Ah, no te ibas a librar de mi por tanto tiempo –se tomo el trago de una, y pidió otro.
-¿Qué has estado haciendo?
-Estoy aquí terminando mis estudios. Y pues nada, saliendo por aquí con una amiga...
-¿La que ha estado contigo toda la noche?
-Sí, ella misma –sonrió al pensar en Sharon.
-¿Es tu novia?
-No, solo salimos. La pasamos muy bien juntos.
-Bueno, deberías de prestármela por un rato. He estado bastante aburrido.
Alexandros lo miró con la mandíbula apretada y con ganas de golpearlo. Lo atravesó con la mirada.
-No hables así de ella, Robert –le dijo con una voz que no reconoció como suya.
-Tranquilo, amigo –lo miró de una manera burlona-. Respeto lo que es tuyo.
Alexandros apartó la mirada, desconcertado. ¿Quién se creía para hablar así de Sharon?
-Bueno, ¿a quién me recomiendas, entonces? Me han dicho que las chicas de la universidad son... -hizo un gesto con las manos y se rió.
-No te puedo decir mucho... -frunció el ceño-. Solo estuve con una antes de estar con Sharon...
Robert se detuvo de servir copas y lo miró con los ojos abiertos. Se acercó a él y le habló con recelo.
-¿Me estás diciendo que llevas acostándote con una sola mujer por... cuanto tiempo?
-3 meses –respondió enseguida, sin detenerse a pensarlo. Llevaba contando el tiempo, y tenían bastante...
-Wow, retiro lo dicho. Esa mujer debe ser una diosa en la cama.
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Tocarte
RomanceAlexandros Kana sabía lo que quería de la vida. Mujeres, diversión, y no pensar en absoluto en la dinastia griega que le esperaba en casa. Volver a Inglaterra era su ruta de escape. Sharon Salazar solo quería graduarse y salir de su rutinaria vida...