SEMANAS

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Desde aquel día parecía que hubo una conexión tan grande con aquella chica, de hecho veía el calendario, veía los días en que veía la materia para estar con ella, de hecho debo de acotar que, ya no era tan asocial que digamos, tampoco era el más estudioso, ni llegaba de último al curso, en realidad simplemente llegaba al aula de clases, solo para agarrar un puesto, sentarme y esperarla y que ella entre con sus lentes puestos, su blusa, chompa negra o a veces chompa de jean, con pantalón recogido la basta y sus dichosos zapatos converse.

Sentía que ella al verme sentado, sin nadie alado mío, cogería y se sentaría junto a mí, de hecho la gran mayoría de veces se sentaba junto a mí. Así pasaron semanas, en las cuales no sé cómo mis compañeros y el docente avanzaron tantos temas de exposición, solo recuerdo que pasaba conversando con ella, riéndonos, comiendo y sobre todo durmiendo, ella era de las chicas que estudiaba y sacaba buenas notas y al día siguiente iba a la universidad con su carita de mapache por las malas noches que había tenido y a veces dormía.

Llegó un momento en que ya no solo la necesitaba a mi lado para no escuchar la clase, sino que la necesitaba más tiempo, fue entonces en que ya no solo la veía en la Universidad, sino que iba a dejarla a su casa y me regresaba a la mía. Recuerdo aquel día en que inesperadamente fuimos a parar a un parque, recuerdo cada momento que pasó desde que llegamos al lugar. Aquel día estuve a un segundo de besarla.

Imagino que por el cansancio de estar en la Universidad, ambos teníamos sueño y estábamos cansados, encontramos un lugar en donde ella dijo, descansemos un momento. Debo confesarles que jamás había hecho lo que a continuación intentaré relatar con detalle. Estábamos en un espacio lleno de césped y mucha vegetación, rodeados de ciclo vías por donde la gente hace ejercicio y lleva sus bicicletas, recuerdo que había un espacio en donde se realizaba un cumpleaños, además de un pequeño lago artificial donde había botes de esos que pedaleas hasta más no poder.

En ese lugar nos sentamos a conversar y recuerdo que en un punto de la conversa ambos nos acostamos, estuve molestándola, como siempre, haciéndole cosquillas (Que hasta ese momento no me había dado cuenta que no tenía) o diciéndole algún chiste de mal gusto.

Entre bromas y risas empezamos a acercarnos más, llegó un punto en que la tenía abrazada, en que mis labios besaban su frente, sus mejillas, estábamos tan cerca que me di cuenta que sus ojos eran marrones, en que su sonrisa era perfecta. Ese momento en que dicen que el tiempo se detiene a tú alrededor y lo único que te importa es ella y tú. Creo que cada cosa que había pasado anteriormente habían forjado aquel momento, ese momento perfecto en que debía de ocurrir y ¿Saben qué? Ese momento mágico del que todos hablan, en realidad ocurrió, sus labios estaban a dos centímetros de los míos, varias veces, pero no sé creo que la parte que había inhibido para invitarla a conocer el mirador, volvió a surgir y no me atreví a hacerlo.

Ella a través de mis ojosWhere stories live. Discover now