(Ágata)
Ninguno de los dos se dignaba a hablar o mas bien, Evans esperaba una respuesta de mi parte, pero no sabía cómo empezar.
Habla de una vez, ya no puedo contigo, eres muy indecisa – detesto cuando esa vocecita aprese en mi cabeza; es eso a lo que llaman consciencia o eso creo.
- ¿Me dirás el motivo? – me pregunta sacándome del trance en el que estaba.
- No sé cómo mirarte luego de lo que me dijiste el otro día, no quiero parecer descortés ni nada de eso – suspiro – Solo estoy confundida -
- ¿Por qué? –
- Eso da igual –
- No da igual, a mí me importa –
- ¡A ti no te importa nada! –
- Me importas tu – me dice y me suelta del brazo – Por algo dije lo que dije ese día -
- Estoy enamorada de otra persona – le digo mirando hacia otro lado.
- ¿De mi primo cuando tenía seis años? – me pregunta arrogantemente.
- Yo... -
- Si piensas que ese chico que tanto anhelas vuelva, tenlo por seguro que no será así, Ág, las personas cambian, el ya no es ese chico dulce que conociste una vez –
- ¡Cállate, no sabes de que hablas! –
- ¡Claro que sé de qué hablo! – me dice elevando un poco la voz y la gente que pasaba a nuestro lado nos miraba raro.
- ¡¿Cuántas veces quieres que te diga que dejes de mentir?! – le grito apretando los ojos y mirando al suelo.
Silencio.
- Ágata yo... -
- Ya no sé quién eres – esas palabras salen tan espontáneamente que me asombro de mí misma.
- Escúchame –
- Se que hoy no fue un chico el que me golpea la cabeza con una pelota – digo levantando mi cara – Sino que me desmalle luego de discutir contigo porque estabas tocando el piano –
- Veras... -
- Detesto cuando la gente me dice cosas para ocultar la verdad –
- Ága... -
- Ya no quiero más de tus explicaciones baratas –
- No lo entiendes –
- Tienes razón, no te entiendo, no sé por qué mientes –
- Ágata, hay cosas que no tienes respuestas y otras que son un poco difícil de explicar y esta es una de estas situaciones –
- ¡Nada te cuesta decirme quién eres en realidad! Porque ese cuento de que eres el sobrino de la tía Aliana ya no me lo estoy creyendo –
- Ya estás diciendo puras leseras – se ríe nerviosamente – Claro que soy el sobrino de la tía Aliana, ¿Quién más podría ser? – me pregunta rascándose la nuca.
- Es sobrino de la tía Aliana mis cuernos, ¡ya me cansé de tus respuestas estúpidas Axel Evans! – le grito y las lágrimas comienzan a recorrer mi rostro y me comenzó a doler la cabeza.
- ¿Te encuestas bien? –
- Estoy bien – le respondo mientras tenía una mano sobre mi cara -Creo que es mejor me voy a casa –
- Te acompaño –
- No es necesario, y por favor, no me sigas – le digo para luego comenzar a caminar.
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Ágata
Teen FictionÁgata es una chica que no recuerda casi nada de su infancia. Un dia llega Axel Evans a su vida, un chico que pretende saber el motivo de por qué esta chica no recuerda nada. Pero lamentablemente las cosas se ponen un poco complicadas en el pasar de...