(Edgar)
-Ya chicas vamos a ensayar – aplaudo para que se pongan en posición - ¡Primero el calentamiento! estiren los brazos – miro a Martín para que lo haga igual.
- ¿Que? –
- Sigue mis pasos –
- Bien -
- Siéntense y estiren sus piernas, no queremos lesionadas – me siento en el suelo – Ahora todo su peso al lado derecho por diez segundos y repiten con el izquierdo – Martín solo me miran y mira a mis alumnas – Tu no te quedes como estatua que mi brazo estirado me duele –
- Si, señor – se sienta a mi lado.
- Ahora la otra pierna –
- No puedo hacer esto – se queja intentando llegar a la punta de su pie.
- No digas no puedo cuando lo has intentado – ruedo los ojos – Deberías tener flexibilidad, eres ¡atleta! -
- Pobres niñas – susurra.
- Cállate – le ordeno – Ahora juntes las piernas y estírense hacia delante por diez segundos –
- Esto es una tortura – se coloca las manos en la cara.
- Esto lo hacemos todos los días – le sonrió – Ahora mariposa –
- ¿Mari qué? – me pregunta sin entender Martín.
- Tu solo observa –
- Okey –
- De pie mis pequeñas princesas y ahora en posición y eleven un pie – me pongo de pie jalando a Martín – Las que no pueden vayan a la barra y estiren su pierna encima de la barra -
- ¿Y no les duele? –
- Tranquilo, están acostumbradas – le cierro un ojo
- Mi hermana no hace estas cosas en casa –
- Cuiden sus músculos, si les falta calentamiento avisen –
- Oye Ed -
– Ahora vamos a practicar – se ponen en línea frente a mi – Recuerden, pasos firmes y delicados, como si fueran firmes árboles, pero como una hoja que casi cae –
- Tus metáforas son re malas – sonríe de lado.
- Si no se equilibran bien, caen – boto a Martín, pero esta vez me cuido de no caer con él.
- Oye, avisa cuando hagas eso –
- Esto no es solo ballet y lo saben – las niñas solo me miran - Un buen movimiento las puede ayudar para defenderse – tiro un golpe al estómago de Martín, pero lo evita.
- Oye, oye –
- Un giro bien hecho, puede dejar inconsciente a su contrincante –
- ¿Les enseñas ballet o defensa personal? -
- Si saltan, caigan con elegancia – les hago una reverencia – Traigan sus cubetas, vamos a ver como esta su equilibrio –
- ¿Y para que quieres las cubetas? – me pregunta Marín enarcando una ceja.
- Tu ahora solo cierra la boca –
- ¿De qué te va a servir una cubeta? Oh, a menos qu... -
- Exacto – le sonrió.
- ¡Es para el agua! – hace sonar sus dedos.
- No inútil – golpeo su frente – Es para que se paren sobre las cubetas –
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Ágata
Teen FictionÁgata es una chica que no recuerda casi nada de su infancia. Un dia llega Axel Evans a su vida, un chico que pretende saber el motivo de por qué esta chica no recuerda nada. Pero lamentablemente las cosas se ponen un poco complicadas en el pasar de...