Capítulo 20: "Que comience el juego" PARTE 1

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(Edgar)

-Ya chicas vamos a ensayar – aplaudo para que se pongan en posición - ¡Primero el calentamiento! estiren los brazos – miro a Martín para que lo haga igual.

- ¿Que? –

- Sigue mis pasos –

- Bien -

- Siéntense y estiren sus piernas, no queremos lesionadas – me siento en el suelo – Ahora todo su peso al lado derecho por diez segundos y repiten con el izquierdo – Martín solo me miran y mira a mis alumnas – Tu no te quedes como estatua que mi brazo estirado me duele –

- Si, señor – se sienta a mi lado.

- Ahora la otra pierna –

- No puedo hacer esto – se queja intentando llegar a la punta de su pie.

- No digas no puedo cuando lo has intentado – ruedo los ojos – Deberías tener flexibilidad, eres ¡atleta! -

- Pobres niñas – susurra.

- Cállate – le ordeno – Ahora juntes las piernas y estírense hacia delante por diez segundos –

- Esto es una tortura – se coloca las manos en la cara.

- Esto lo hacemos todos los días – le sonrió – Ahora mariposa –

- ¿Mari qué? – me pregunta sin entender Martín.

- Tu solo observa –

- Okey –

- De pie mis pequeñas princesas y ahora en posición y eleven un pie – me pongo de pie jalando a Martín – Las que no pueden vayan a la barra y estiren su pierna encima de la barra -

- ¿Y no les duele? –

- Tranquilo, están acostumbradas – le cierro un ojo

- Mi hermana no hace estas cosas en casa –

- Cuiden sus músculos, si les falta calentamiento avisen –

- Oye Ed -

– Ahora vamos a practicar – se ponen en línea frente a mi – Recuerden, pasos firmes y delicados, como si fueran firmes árboles, pero como una hoja que casi cae –

- Tus metáforas son re malas – sonríe de lado.

- Si no se equilibran bien, caen – boto a Martín, pero esta vez me cuido de no caer con él.

- Oye, avisa cuando hagas eso –

- Esto no es solo ballet y lo saben – las niñas solo me miran - Un buen movimiento las puede ayudar para defenderse – tiro un golpe al estómago de Martín, pero lo evita.

- Oye, oye –

- Un giro bien hecho, puede dejar inconsciente a su contrincante –

- ¿Les enseñas ballet o defensa personal? -

- Si saltan, caigan con elegancia – les hago una reverencia – Traigan sus cubetas, vamos a ver como esta su equilibrio –

- ¿Y para que quieres las cubetas? – me pregunta Marín enarcando una ceja.

- Tu ahora solo cierra la boca –

- ¿De qué te va a servir una cubeta? Oh, a menos qu... -

- Exacto – le sonrió.

- ¡Es para el agua! – hace sonar sus dedos.

- No inútil – golpeo su frente – Es para que se paren sobre las cubetas –

ÁgataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora