(Edgar)
Por la mañana, al abrir los ojos, frente a mi había algo que me molestaba.
Era cabello.
Lo muevo de mi cara para poder ver quien era y me sorprendo al ver a la persona frente a mí.
Ágata.
¿Cómo había llegado aquí?
¿En qué momento me quede dormido?
¿Por qué esta aquí?
¿Por qué está durmiendo conmigo?
Me hago miles de preguntas sin respuesta al parecer.
Suspiro y me quedo mirando a esa chica.
Adoraba cada parte de su cara, cada peca que tenía; las había contado todas jajaja... si, esta chica me gusta mucho.
Deslizo uno de mis dedos sobre su mejilla.
-Oye niño, ¿Por qué esas llorando? – me pregunta una niña de pelo alborotado.
- Me he caído de mi bicicleta – le contesto.
- Vamos, párate – me ofrece su mano - ¿De dónde eres? ¿Por qué nunca te había visto? – me pregunta cuando ya estaba de pie.
- No me dejaban salir de casa porque me podía perder, he estado viviendo aquí desde que lo recuerdo –
- ¡Oh, el chico gritón! – me apunta – Lo siento, creo que eres mi vecino, ¿Cómo te llamas? – me sonríe.
- Ed – le respondo tímidamente.
Me mira fijamente a los ojos – Eres adorable – toca mi cabeza – Deja de gritas en tu casa por querer salir a jugar, yo puedo ir a jugar contigo si no te dejan salir – me vuelve a sonreír.
-Hola Ed –
- Oye Ed, ¿vamos por unos helados? –
-Ed, mira ¿te gusta esta polera? –
- ¿Quieres ir a tomar once a mi casa? –
- Ed... –
- Oye, no te rías de mi –
Cada sonrisa.
Cada palabra.
Cada gesto.
Estaban grabados en mi mente.
-Como si eso me ayudara a olvidarla – murmuro.
No podía evitar esto que siento, pero más que amor es dolor.
Dolor por nunca sentirme con la fuerza necesaria para contarle lo que sentía por ella. Si tan solo hubiera tenido el valor de decirle que me gustaba quizás no me sentiría de este modo.
¿Cómo puedo remediar esto? ¿Cómo puedo volver el tiempo a tras?
Ya no puedo.
Pero la verdad... si ella es feliz, yo lo puedo ser...bueno es la típica frase que todo ser humado dice para evadir el dolor que siente por dentro, ese malestar que a pesar de que no lo notan los demás, tu sientes que se quema por dentro.
Aun así, me gusta y quiero protegerla, no quiero que le pase nada malo a la persona que quiero.
Aunque eso signifique solo ser su amigo por el resto de mi vida.
Siento que Ágata se mueve a mi lado, haciéndome salir de mis pensamientos.
No respiro.
¿Me abra escuchado?
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Ágata
Teen FictionÁgata es una chica que no recuerda casi nada de su infancia. Un dia llega Axel Evans a su vida, un chico que pretende saber el motivo de por qué esta chica no recuerda nada. Pero lamentablemente las cosas se ponen un poco complicadas en el pasar de...