(Ágata)
Lluvia, mas audífonos se describe como el día perfecto para dormir, pero estaba en clases.
Mirar por la ventana y escuchar música era muy relajante cuando nadie te interrumpe.
Obviamente.
-Vaya chicas, miran a quien vemos aquí con sus enormes audífonos- siendo una presencia frente de mí, pero yo sigo con mi vista en el paisaje.
Era Fátima Lauper.
La hija de la subdirectora del colegio y la más popular entre los chicos; una persona más para mí.
- Oye chica – chasquea los dedos – Te estoy hablando – golpea mi mesa.
- ¿Qué... que quieres? - le pregunto al mismo tiempo que me sacaba los audífonos para poder escuchar su vocecita chillona.
- Pues nada – se cruza de brazos y se encoge de hombros - ¡Solo que tus estúpidos libros interrumpen mi paso! - me grita votándolos al suelo, desparramando mis apuntes y mi último trabajo de matemáticas que los había dejado en la silla que estaba a mi lado.
La verdad... lo hizo de puro gusto, no le interrumpían su paso en ningún minuto de su existencia.
- Lo siento su majestad - susurro algo molesta
- ¿Qué has dicho? – coloca su mano derecha en su oreja derecha.
- Nada, que ya los quito de tu paso Fátima – me agacho a recoger mis cosas.
- Apúrate que necesito pasar a mi asiento – comienza a mover su pie, haciendo sonar el talón de su zapatilla.
- Okey -
Esta chica me molesta desde que estaba en primaria. No sé qué le hice, no tengo mucho en que destacar. No creo que le molesta el hecho que este becada en el colegio, pero, en fin. En todas partes existe esa persona que te hace la vida imposible.
Yo lo llamo: Equilibrio social.
-Buenos días estudiantes- nos dice Profesora Rodríguez entrando a la sala.
-Buenos días- saludamos al unísono parándonos de muestro asientos.
- Espero que se hayan acordado de lo de hoy – dice sonriendo.
Silencio.
- Quiero sus trabajos en mi escritorio, ahora -
- ¿Qué trabajo profesora? - pregunta un chico
-El de la guía que entregue la clase pasada Martin ¿se te refresco la memoria ahora? – le dice la profesora apoyada en el escritorio.
-Ah, si ese trabajo – mira hacia otro lado - ¿Se puede traer la otra clase? -
-Claro – la profesora sonríe - Pero con nota mínima y una anotación al libro de clases – se sienta - Porque hace dos semanas que di ese trabajo – suspira - Bien, comencemos la clase.
Y así fue como empezó otra clase de matemáticas.
Si, una materia que en ocasiones no es tu mejor amiga y quizás... nunca lo será.
Mis compañeros le explicaron a la profesora el por qué no habían traído el trabajo. En especial los de atletismo y los del club de futbol, ya que la semana pasada tuvieron una carrera y un partido muy importante y si tenían problema con algún profesor, los entrenadores... no serían muy amables.
Dicen que la vida universitaria y secundaria son complicadas y tienen razón.
Luego de unos minutos tocan la puerta, haciendo que la profesora Rodríguez bufara y se parara de su asiento y ver de quien se trataba.
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Ágata
Teen FictionÁgata es una chica que no recuerda casi nada de su infancia. Un dia llega Axel Evans a su vida, un chico que pretende saber el motivo de por qué esta chica no recuerda nada. Pero lamentablemente las cosas se ponen un poco complicadas en el pasar de...