Bueno ¿y cómo se quita la valiente resaca?

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Ahora el grandulón calvo y lleno de tatuajes corrió a su camión asustado y saco del maletero un mapa. Me lo entregó, sonreí.

-gracias- dije alargando las palabras y acercándome al camión como toda una diva.

Guarde el bote de combustible, le di sus llaves y regrese en encendedor a su dueño. Ahora yo sonreía alegre. Que cosas, que diversión. La adrenalina corría por mi cuerpo, obviamente no iba a quemar el camión, ni que fuera una psicótica.

-¡Esta es mi canción!- exclamé cuando “Classic” de “MKTO” empezó a sonar por todo el bar.

Empecé a cantar por todo el bar como si estuviera en un video musical. Los camioneros olvidándose del lio y susto que les había causado se pusieron a cantar conmigo. Me subí a una mesa y cante a todo pulmón el coro.

-¡Jason! ¡Te sabes la letra, canta!- grité señalando al chico que sonreía de lado sentado en una silla en la esquina más recóndita.

- You’re over my head, I’m out of my mind  thinking I was born in the wrong time- cantó el chico con una sonrisa.

Y cuando empezó el rap el flacucho y yo nos pusimos espalda con espalda y empezamos a rapear. El sí que sabía rapear, yo por mi cuenta solo hacia sonidos con mi boca y rapeaba una que otra palabra.

Ahora todos cantando en el bar le poníamos pasos a la canción, no era una coreografía coordinada, más bien actuábamos la letra, nos estábamos divirtiendo mucho. Que noche, de las mejores en la vida.

Canción tras canción cantamos y bailamos. Yo subía por las mesas, sillas y en la barra sin ayuda de nadie porque todos se caían de borrachos y con trabajos podían decir unas cuantas palabras de la canción. Pero claro, yo no tomé ni una gota de alcohol. Pero Jason, él  tomó todo lo que le cantinero, ebrio también, le ofrecía. El chico se paseó por todo el bar con una botella de Vodka en la mano. Jamás lo llevare de nuevo a un bar, menos donde haya chicas de piernas largas como Sophie o droga y cigarros.

Todos tarareaban la canción o la cantaban con palabras inexistentes. Yo sobria y fresca como la lechuga cantaba cualquier canción que pusieran y claro no voy a engañarlos también le inventaba palabras

A las tres de la mañana salimos del bar.  Jason ebrio y riéndose de todo. Uno de los camioneros, el más sobrio, y eso ya era decir mucho,  me ayudó a subir a Jason al auto. Obviamente les rogué, suplique y obligué a quedarse en el bar y no subir a su auto hasta que dejaran de ver doble. No quería que causaran un choque o lago. De hecho como no confiaba mucho puse la llave en el bote de propina y los encerré. Obviamente en cuanto se les bajara el efecto encontrarían mi nota en la puerta que decía:

Camioneros:

Me divertí mucho cantando con ustedes. Conduzcan sobrios y con cuidado. La llave está en el tarro de propinas. Gracias por el mapa.

La chica rubia que cantó Justin Bieber.

P.D: Ustedes también cantaron JB.

No iba a decirles mi nombre, porque aunque no se acordaran de mí, uno nunca sabe. Tal vez haya cadáveres en sus camiones, que a decir verdad, olían bastante mal.

Conduje consultando el mapa un cada cuando. Este tramo de la carretera estaba más poblado pero todos, o la mayoría de los autos se iban por una desviación a unos kilómetros del bar.

-Entonces él dijo, no es un pastel es un árbol- dijo Jason riendo histéricamente, desde que arranque el ebrio decía pura tontería- jajaja.

Jason se atacaba de la risa por cada tontería que decía. Aunque solo viera una señal que dijera: A Londres se hacía pipí de la risa. Y me contaba tantas cosas que llegue al punto de solo reírme cuando él se riera. Yo solo esperaba el momento en que se pusiera a llorar o algo así, no sé, en las películas pasa eso y entonces el ebrio confiesa toda su vida.

Arriba en el cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora