The Perfect Crime// Kai Anderson. [TERMINADA]

CAPÍTULO 13

-—Señora esto es bastante normal, Audrey y yo nos amamos no tiene por que ponerse en ese plan-—

-—Tu callate, y Audrey vamonos rápido—dijo.

-—No se la va a llevar de aqui, ella se queda, usted se va-—

Winter corrió a la sala donde estábamos todos.

-—-¿Que esta pasando aqui?—- pregunto ella.

—¿Que si que esta pasando? ¿No te diste cuenta?—

-—No que sucede—

-—Ellos estaban teniendo sexo aqui mismo, cuándo yo pensé que Kai estaba enfermo, cómo me dijiste en la llamada-—se cruzó de brazos.

Winter estaba apunto de reír pero se contuvo con una sonrisa.

— Tía perdón, lo siento se que no debí  mentirle —

—Callate Audrey, no pidas perdón por algo que no tiene nada de malo, tu tia es una exagerada— hablo Kai.

—Tu eres el maldito manipulador que hace que Audrey haga cosas que no estan bien-— grito.

Kai sonrió.

-—No me gustas para Audrey, ella es buena y tu eres un hombre muy......—

Interrumpi a mi tía.

-—Basta está bien tía, lo lamento pero no tienes que pagarla con Kai-— El poso su brazo al rededor de mi cintura.

-—No necesito que me cuides así yo se lo que esta bien y esta mal, ya no soy la niña que cuidaba antes

-—Aún eres una joven, tengo que cuidarte de los locos-— miró a Kai.

-— Tía estoy apunto de cumplir 20 por favor-—rodé los ojos.

-—Esta bien ¿te quieres arruinar con el? Perfecto me iré, pero cuidate de el-— salió de la casa.

-—¿Que trató de decir?-— pregunte.

-—No se amor esta loca-— me abrazo.

-—Cómo esta eso que estaban teniendo sexo aqui para eso esta la habitación-— rio.

-—Kai fue el de la idea—

-—¿Que? Acaso no puedo hacer lo que quiera en mi casa-—

-—Tengo que salir un momento, vuelvo pronto-— Winter salio.

Después de la locura causada, nos dirigimos a la habitación para tratar de dormir un poco, me recoste en el pecho de Kai, podía sentir sus latidos.

-—Kai-— acaricie su torso desnudo.

-—Audrey— contestó.

-—¿Nunca me vas a dejar?— pregunte.

-—Deja de pensar tonterías y duerme— cerró los ojos.

-—Sólo responde éso— giré mi rostro hacía el.

—No Audrey, no te dejaría nunca, ahora ya duerme que mañana tendremos un gran día—abrazo mi cintura.

Cerré los ojos y en cuestión de segundos caí en un profundo sueño.