The Perfect Crime// Kai Anderson. [TERMINADA]

CAPÍTULO 53

No puedo pensar con claridad. Todo esto me tiene terriblemente mal.

—Nose que voy hacer contigo—

Me deje caer al suelo.

—¿Por qué me pasan estas cosas a mi? Por qué a mi?—

—Audrey— hablo Winter.

—¿Que quieres Winter?—

—Perdón si te moleste—.

—Discúlpame tu a mi, pero es que estoy tan desesperada—

—Te entiendo pero debes afrontar la realidad—

—¿La realidad de que Winter? Kai quiere a este bebé sólo para su conveniencia, sabes perfectamente que a él no le importa nada que no sea él o su maldito culto. Es un psicópata, narcisista que sólo piensa en él. No tendré un bebé en medio de esta porquería mucho menos con una padre como Kai, prefiero  morir—.

Kai aclaro la garganta.

—¿Eso piensas de mi?—

—Creó que ya no es sorpresa—

—Mejor me voy— dijo Winter.

—Me decepcionaste— hablo.

—¿De que hablas?— pregunte.

—Pensé que me amabas en realidad—

—No te equivoques, yo no fui la que comenzo con toda esta locura—

—Me estás echando en cara todo lo que hice por ti—

—¿Que has hecho por mi Kai que?—

—Ahora no lo recuerdas—

—Mira pedazo de idiota sólo quiero alejarme de esta maldita locura estoy harta de ti y de todo esto, ¿que has hecho por mi? Sólo me has enloquecido, me has hecho tanto daño—

—Todo lo que hago es para ti—

—No necesito nada de ti, nunca lo necesité—

—¿Sabes cual es el problema? Me tienes envidia por todo lo que e logrado—

—No te tendría ni una poca de envidia, más bien lastima por qué de verdad eres un enfermo mental—

—Cuida tus palabras si no quieres arrepentirte después—

—No tengo miedo de tus amenazas, puedes hacer lo que quieras. Total mejor sería que me asesinaras en este momento—

—No lo haré, sería como darte la razón y yo nunca pierdo—

—Bien supongo que debo irme de aquí— rodé los ojos.

—Tu no vas a ningún lado—

Me tomó del brazo.

—¿Que te pasa?—

—Te crees muy lista, más que yo ¿no?—

Negué con la cabeza.

—Sólo digo la verdad—

—Tu eres una tonta, las mujeres no sirven para gobernar te lo e dicho ¿cierto? No sirven para esto—Grito. —Sólo están para obedecer las reglas y preparar sándwiches—

—Eres un poco hombre—

Río.

—Tal vez pero tu eres una escoria— me dejó caer al suelo.

Lo miré mal.

—Sólo necesito que mi hijo nazca y así el Mesías salvará esto—

—Alucinas si crees que dejaré que toques a mi hijo, no lo harás—