3.- Lo puedo sentir.

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Si bien, una de las cosas que disfrutaba en las vísperas navideñas era el clima, uno frío e intenso que le quemaba los labios y le abría la piel de las manos. Claro, sonaba peor de lo que era en realidad pero a Boruto le resultaba tan familiar, tan cercano y tan de él a pesar de ser siempre un "Sol".

Apoyado sobre el barandal de un punto bastante alto en Konoha, frotaba sus manos y ocultaba su rojiza nariz entre su bufanda. La vista era excepcional y la soledad que disfrutaba era por mucho la mejor.

O al menos la fue hasta que una segunda presencia se hizo ahí.

—No sabía que el sol podía estar enfrente de una nevada. —Escuchó aquella voz que le hizo girarse con velocidad del susto.
Mitsuki elevó la mirada al cielo, y tal como había dicho podía apreciar la nieve caer con suavidad desde las nubes. Sus ojos se cerraron y un suspiro lleno de vapor salió de sus labios.

—Mitsuki... Vaya —Dijo Boruto alzando una de sus cejas y encogiendo los hombros queriendo restar importancia. —Creí que este lugar era solitario. —Sus manos se metieron en los bolsillos de su pantalón y pronto volvió a girarse dándole la espalda a el albino viendo en dirección hacia la ciudad. —Me gusta venir aquí en mis tiempos libres, me recuerda lo bonito que es la nieve.

—¿Qué tal vas con tu serpiente?

—Ah... —Suspiró, se había sentido ignorado en esos precisos momentos y lo hizo ver con esa expresión de decepción que salió sin querer. —Bueno... Llevo apenas dos días con ella, es bastante tranquila. —Dijo apoyando su codo en el barandal y su mejilla contra su mano.

Mitsuki se acercó con cuidado y cautela hasta terminar a lado de el rubio observándolo de cerca, lo suficiente mientras él se hallara distraído, o al menos eso sentía él.

—Quería preguntarte algo —Dijo el mayor girando su vista de igual forma hacia la ciudad.

—¿Uh? Dime —Sus ojos viraron hacia el adolescente viéndole de perfil y sintiendo sus mejillas enrojecer, de verdad no había notado lo apuesto que era.

—Hace dos días, que fuiste a mi casa pareciera como si me conocieras de hace mucho tiempo pero... Realmente yo no recuerdo a nadie quien le haya dicho mi nombre. —Explicó con una calmada sonrisa posando ambas manos sobre el frío barandal. —Mmh... He estado buscando en mis recuerdos a ver si doy con tu rostro, el cual es bastante particular pero, no logro recordar absolutamente nada.

—Bueno, no creo que sea importante. —Rascando su brazo torció los labios y nuevamente encogió los hombros. —Podemos dejarle en que fue una simple coincide... —Su mueca fue de pánico a la hora de voltear a ver a Mitsuki y verle tan serio, parecía estarse tomando las cosas muy a lo literal. —Bien, bien tu ganas —Haciendo un ademán con su mano suspiró y rascó tras su nuca. —Bueno, cuando era pequeño recuerdo que estaba vacacionando con mis padres, casi nunca hacemos eso y por eso es tan importante para mí, total me alejé persiguiendo un sapo que quería llevarle a papá y tropecé. —Relataba mirando hacia el cielo y la nieve que continuaba cayendo sobre ellos. —Me raspe la rodilla y para agregarle, una víbora estaba enfrente de mí, sentí mucho pánico y llegaste tú. —Una sonrisa se posó sobre su rostro, una cálida, calmada y totalmente confiada de lo siguiente a relatar. —Quizá para ti fue un simple "Ayudar a un niño llorón" pero, a mí me marcó bastante, desde entonces le perdí el miedo a los reptiles, es más se convirtieron en mis favoritos además de que tu nombre siempre estuvo grabado en mis recuerdos. ¿Sabes? Mi serpiente se llama Mitsuki jah... —Su dedo pasó por debajo de sus fosas nasales y orgulloso anchó su sonrisa.

—... —Los dorados y peculiares ojos de el adolescente se abrieron mostrando el asombro que sentía del relato, lo que más le sorprendía era que Boruto recordara todo eso a detalle cuando él tenía un muy vago recuerdo de esos momentos que vivió con el Uzumaki. —Vaya, no creí que fueses a recordar tan a detalle todo eso, pasó hace muchísimo tiempo. —Hizo saber regresando a su estado normal y de paso acercándose un poco más a el menor. —¿Y bien? ¿Eso fue lo que te hizo desear una serpiente.

—Uhm... S-Sí —Asintió sintiendo como el otro pegaba su hombro contra el suyo. Era el ambiente menos apropiado ¿La razón? Sabía perfectamente bien gracias a las estúpidas películas de Himawari que se trataba del más peligroso lugar para sentir "amor".

Snow Snake {°MitsuBoru°}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora