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- Linda hermana - Inuyasha entró despreocupado a la habitación de Kagome.

- Lo sé - siguió desempacando.

- ¿Sigues molesta? -

- ¿Qué crees? -

- Deja de ignorarme - se levantó y la cogió por los hombros. - Estoy aquí por ti -

- Vete - giró la cara cerrando los ojos - Por favor -

- Sesshomaru tiene razón, todas las mujeres son solo diversión - la soltó bruscamente y buscó para salir.

- Eres un idiota - rechinó los dientes, Inuyasha sonrió.

- ¿Sabías que eres la primera mujer que me insulta, de esa forma tan sensual? -

Giró el cuerpo la cogió por las muñecas y la pegó de la pared, rozándole los labios.

- Suéltame -

- ¿Y si no quiero? -

- Gritaré -

Presionó fuertemente los labios de ella con los suyos y luego abandonó la habitación. Kagome se tocó el pecho sintiendo su acelerado corazón.

- ¿En qué momento empecé a amarte? Inuyasha - respiró profundamente mientras a paso lento, siguió desempacando.

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- ¿Qué hacías en la habitación de Kagome? - Kouga apretó los puños.

- Domiré con ella - respondió Inuyasha con una sonrisa triunfal.

- No hablas en serio - entrecerró la mirada mientras rechinaba los dientes.

- Mejor no te le acerques, renacuajo. Kagome es mi mujer y tú no tienes derecho sobre ella. -

- Idiota -

Inuyasha pasó a un lado rozándole el hombro, Kouga gruñó molesto. Siguió caminando encontrando a Sota en el camino, se le acercó y estuvieron jugando por un rato.

- Oye Sota, ¿qué tal te cae ese Kouga? - dijo dando un cabezazo al frente.

- No he tratado mucho con él, pero desde que lastimó a mi hermana le he guardado cierto rencor. - hizo una mueca con la boca.

- ¿Qué le hizo? -

- Ellos se iban a casar - Inuyasha alzó una ceja sorprendido - Pero el día antes de la boda, Kagome entró echa un mar de lágrimas a la casa. Mi mamá habló con ella y lo único que pude escuchar, es que lo había visto con otra mujer - bajó la cabeza dolido - Desde aquella vez mi hermana no era la misma, hasta que te conoció a ti Inuyasha. Se ve más relajada, alegre y tiene cierta timidez que pensamos, había perdido. -

- Para tu edad eres muy maduro, Sota - sonrió.

- He crecido, y más con los cuidados de mi hermana -

- Quieres mucho a Kagome -

- Es la única que se preocupa por mí. Bankotsu esta centrado en los negocios de papá y Kikyou en el nuevo perfume que saldrá al mercado para exprimirle la cartera a su futuro marido. - bufó cansado.

- ¿Cómo te trata Naraku? -

- Él es bueno, pero demasiado tranquilo. - sus ojos le brillaron de alegría - Tú sí me caes bien Inuyasha, eres el único novio de mi hermana con el que me he llevado de maravilla -

- Gracias Sota - sonrió algo sonrojado.

- ¡Chicos la comida esta lista! - gritó a lo lejos la señora Higurashi.

Esposo PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora