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2 Años Después.

Suspiró cansada dejándose caer con fuerza en el asiento trasero de la larga camioneta, miró a los lados las cámaras, los televisores y los micrófonos; recordó cuando llegó a Europa sola y sin trabajo, alquiló una pequeña habitación en Gran Bretaña y ahí vivió por un tiempo hasta mudarse a Irlanda.

Con su excelente referencia de New York, trató de encontrar trabajo pero nada de lo que ofrecían le apetecía, de pronto surgió un nuevo amor por las entrevistas y decidió arriesgarse al reporte de los deportes. Gracias al canal donde ejercía el trabajo se enteró de muchas cosas, como que Inuyasha no se había casado quedando de nuevo como uno de los solteros más deseables, del mundo.

El fuerte frenó de la camioneta la sacó de sus pensamientos, el regordete de la cámara la miró algo intranquilo.

- Kagome, no vayas a cometer una estúpidez de nuevo. Recuerda que si ésto no sale bien, perderemos nuestros trabajos. - suspiró cansado mientras ella reía.

- ¡Debiste haber visto tu cara cuándo le pregunté a Adam Sandler, si se había tirado al director de la película! - siguió riendo - ¡Y él respondió! - imitando su voz - Lo siento pequeña pero entre bananas y manzanas prefiero las cerezas -

El camarógrafo alzó una ceja levemente molesto.

- Si claro Kagome, eres graciosa. ¡Ahora a trabajar! - casi le escupe la cara.

- No te enojes, amargado - susurró.

- ¿Qué dijiste? -

- ¡Nada! - se zafó de su mirada agria mientras caminaban a la entrada del lugar.

La gente estallaba en gritos y fanfarrias, los chocaban a diario mientras pequeñas maldiciones salían de la boca de ambos. Estaban empezando a molestarse de la muchedumbre pero había algo, mucho más importante que el ruido.

- Oye Bob - le susurró Kagome a un lado - ¿A quién entrevistaremos? - una tonta risita surcó sus labios.

- ¿Eres tonta o te haces? - sus ojos destallaban mucha irritación. - ¡Te dije una hora antes que entrevistaríamos al corredor de autos! -

Los ojos se le abrieron de par en par esperando algo peor, pero habían muchos corredores en el mundo; de seguro no era el mismo que ella pensaba.

- Si esa parte la sé, pero no me has dicho el nombre del corredor -

Bob se volteó con furia y la cara roja, pero poco a poco sus facciones se fueron suavizando, inmediatamente bajó la cabeza y alzó la cámara pero al parecer ésa tenía una falla.

Supo que algo no andaba bien, su camarógrafo siempre la reprendía por su mala memoria para los nombres, algo en su interior le pedía a gritos que voltease pero estaba tan sumida en sus propios pensamientos, que nunca esperó a que ese "algo" la sorprendería llamándola.

- Kagome - susurró con la voz ronca por la sorpresa.

Ella se tapó la boca con gracia mientras volteaba algo sonrojada.

- ¡Sesshomaru! Cuánto tiempo - lo abrazó con fuerza.

- Lo mismo digo. ¿Eres reportera? -

- Para el canal de deportes - sonrió feliz.

- Me alegro mucho saber que te ha ido bien, ¿irás a mi boda? -

- No lo creo Sesshomaru. - bajó la cabeza dolida - Después de la muerte de mi madre, no he estado muy bien. -

¡Mentira! Sólo no lo quería ver a él, a ése del que se enamoró y jugó con ella.

- Inuyasha estará feliz de tenerte ahí con nosotros -

Esposo PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora