Capítulo 3

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Flashback

─ ¡Pero, qué carajos! ¿Dónde estabas? ─ terminé encontrando a Amanda en vez de Zoe.

─ Tu sabes muy bien con quien estaba y no me juzgues que yo también te estaba buscando, a las dos para ser exacta. Me tenían preocupada, pero veo que no necesitabas que te buscaran─ mueve las cejas de arriba a abajo de forma pícara─ pero cuéntame tu, ¿Cómo te fue con ese bombón? ─ señala "disimuladamente" a Ian, si eso de disimular no se nos da muy bien─ Por lo que veo no te quita la mirada de encima ─volteo a ver y efectivamente, me está mirando y no solo eso, parece que me desnuda con la mirada, volteo hacia Amanda.

─ No se si lo sacaste de un burdel o de la fábri...─ me interrumpe.

Esa manía que siempre tiene la gente de interrumpir cuando hablo, la detesto.

─ Es amigo de Gustavo, son como hermanos creo que se conocen desde los pañales por lo que me ha contado─ tiene la mirada lujuriosa─ Creo que debemos agradecer a esa noche donde los padres de ambos echaron pasión y amor en esa maldita cama donde procrearon a bombones jodidamente sexys ─ se muerde el labio y mira un punto fijo entonces veo lo que esta pervertida mira con lujuria... El trasero de Gustavo. El esta hablando con Ian, ambos de espaldas. El trasero de Ian tampoco esta mal, se ve durito, me dan ganas de apret...

¡Micaela céntrate! ─me grita mi pepe grillo interno y me da una bofetada mental. Reacciono y la miro con mala cara.

─ ¿Estas borracha o qué? Le dices que vaya conmigo y tu no eres capaz de hacer una presentación formal en vez de que con toda la confianza del mundo me agarre la cintura.

Bien que te gustó─ me ataca mi conciencia.

¡Cállate!

Me mira con el ceño fruncido.

─ Primero la borracha eres tu─ me señala ─ solo mírate no puedes ni quedarte quieta, parece que tuvieras bichos en el trasero y segundo, yo en ningún momento le hablé de ti, el me preguntó si te conocía y yo le dije que si que somos amigas.

¡Ahora la que se queda pensando como estupida soy yo!

¿Me debería preocupar?

¿Si es un secuestrador y quiere vender mis órganos? Aunque no lo creo por que Amanda me dijo, el nada en dinero así que no necesita de mis miserables órganos para poder vivir bien.

Todo pensamiento se desvanece cuando alguien me toma del brazo y me jala hacia un lugar.

─ Acabo de ver a un chico y dijo que quiere meter su llave dentro tu candado, si sabes a lo que me refiero ─Zoe, esta maldita está mas borracha que yo, aunque podría jurar que también parece drogada.

El chico que ella señala esta sentado en la barra, no puedo diferenciarlo bien, el alcohol ya me está afectando el cerebro. Lo único que logro captar es que tiene dos copas de no se que mierda de licor en las manos.

¡Cómo a mi me vale verga, me presto!

Me suelto del agarre de Zoe y camino tambaleándome un poco, pero llego hasta ahí, el chico ─cuyo nombre ni idea y tampoco me importa─ me saluda y me tiende la copa y sin pensarlo dos veces me la tomo. El hace lo mismo con la suya. Me ofrece su mano y yo como idiota la agarro, nos dirigimos hasta la salida pero... ¿Qué rayos hago? ni siquiera lo conozco, pero eso no me impide para ir hasta la salida con él. De pronto una loca comienza a gritar.

─ ¡Vamos Mica, yo se que puedes! ¡Si es que se puede, voy después para hacerte relevo! ¡Cuídate que todavía no quiero ser tía pendeja! ─grita una Zoe totalmente eufórica, como si de un equipo que recién sale a la cancha se tratase.

Mala CombinaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora