Capítulo 17

309 33 3
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


IAN

Tener a Micaela gimiendo debajo de mi es un gran placer, un gran jodido placer.

─ ¡Muévete más rápido!

Estoy a punto de cortar esto, si no fuera porque me trae a su merced. No me gusta que me den órdenes.

─ Esta será la última vez que me das órdenes preciosa.─ Susurro en su oído al compás de mis embestidas.

Su cuerpo se encuentra sudado como el mío, pero ese cuerpo que posee hace que el sudor pase a segundo plano y solo me enfoque en las hermosas curvas que posee.

Sus senos se mueven en los va y ven de mis embestidas, sus suspiros y gemidos son como música para mis oídos.

Las manos de Mica se aferran a mi espalda, sus arañazos salen a flote cada vez que me muevo.

Ella busca mis labios hasta que logramos fundirnos en un jugoso beso.

Cuando llegamos a mi casa no había nadie, mis padres trabajan y Estefan se fue a Dios sabe dónde.

Solo bastó unos besos y caricias en los lugares indicados para acabar echados en mi cama. Teniendo sexo.

─Ya... no... puedo más.─ La voz jadeante y pausada de Micaela hacen que acelere mis movimientos y termine de llegar a la cima junto con ella.

Nos tiramos en la cama regularizando nuestra respiración. Coloco mi brazo detrás de mi cabeza para reposar un rato de esta actividad.

Micaela se mueve y llega a mi costado metiéndose entre mi brazo, sus manos acarician mi pecho. Mil sensaciones distintas se instalan en mi interior.

Esta mujer me trae loco, y no creo durar mucho al confesar lo que siento.

Esto va rápido, pero ella hace que me desespere cada que pasan solo cinco minutos.

Toda la semana no pude verla porque tenía, y todavía tengo, problemas en casa.

Estefan no habló con nuestros padres, pero yo haré lo que sea para que lo haga. Esta vez no se saldrá con la suya.

...


Mala CombinaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora