MY DIRTY SECRET 《B.S.》➳ 《Pennywise》

012

Hoy era un nuevo día para mi, para Peter Winse, me encantaba tener esta forma, nunca había durado tanto con un cuerpo humano, se asemejaba al que tenía hace unos cinco o cuatro siglos.
Había pasado alrededor de una semana, desde que Pame, había dicho que iría a la casa embrujada de Derry; por suerte logre converserla de que sería una pérdida de tiempo, que no lograría hacerle nada, así que a los pocos días olvido el tema.

Iba saliendo de la biblioteca y choque con un tipo, alto, de cabello largo oscuro y de ojos cafés.

-Mil disculp... -No terminó la frase- ¿Eso?

Supe quien era.

-¿Tortuga? -Dije mientras me abstenia el querer sacarle los ojos.

Mire a mi alrededor y no vi a nadie, lo tome del brazo y lo metí a la biblioteca, cerré la puerta con llave.

-Un gusto en volverte a verte, viejo amigo... -Sonrió él.

-¿Por qué vienes a molestarme? -Grite mientras me le acercaba- ¿Por qué?

-Nunca habías conservado una forma por más de tres días... -Dijo evitando mí pregunta.

-Contesta lo que te acabo de preguntar. -Dije molesto.

-Quería cuidar a alguien... Y tu, ¿Qué haces con ese cuerpo?, anda toma tu forma natural.

Yo rodé los ojos.

-Sabes que no puedo, destruiría todo Derry. -Dije mientras cruzaba mis brazos.

-Toma tu forma... -Dijo mientras se sentaba en una silla muy autoritario.

Suspire, y cambié mi forma a Pennywise.

-¿Contento? -Le pregunté con una mueca.

-Encantado... -Sonrio- ¿Sabes a lo qué vine verdad?

-Claro, El otro te envío a detenerme, el ama vernos pelear. -Respondí mientras me sentaba en una silla que estaba enfrente de él.

El me miro y rodó los ojos.

-¿Tan predecible crees que soy? -Rió- Recuerda que yo cree el mundo hace eones de años... Incluyendo a cada persona. -Yo lo mire mientras el se paraba- Vine a advertirte, que una de mis hermosas creaciones... De hecho, la más hermosa... Acabará contigo, no en mucho tiempo. -Dijo mientras caminaba hacia mi.

Mis ojos cambiaron de color, a el hermoso color rojo.

-¡Callate! -Dije mientras me levantaba y lo tomaba por el cuello- No te conviene jugar conmigo.

-No puedes asesinarme... -Se soltó de mi agarre- Dime... ¿Por qué ya no te has alimentado de los miedos de las personas?, ¿De la carne humana?, ¿Por qué no has bebido la dulce sangre que tanto deseas en estos momentos?, admitelo; estas débil... Apenas puedes cambiar de forma, a ese tal Peter.

Tenía razón, tenía días sin alimentarme... Comía cosas que me dejaban insatisfecho.

-Te has enamorado... Cosa que tu no deberías de hacer... Además de caer en unos vicios... -Fingió fumar una cigarro- Tu entiendes... -Dio unos pasos hacia atrás.

Negué con la cabeza y volví a tomar la forma de Peter.

-Ahora soy humano. -Dije mientras acomodaba mi cabello- Nadie nota quien soy en realidad, en la sociedad que estamos, la gente es tan superficial.

El acaricio su mentón y me sonrió.

-Esa chica... Es hermosa, ¿No es así?... Tu cuerpo humano siente cosas hacia ella, tienes necesidades que antes no tenías, caprichos que antes no tenías, cosas que no puedes calmar, cosas que no entiendes... Cosas que solo sientes por ella, cuando estas con ella. -Me tomo del hombro- La chica al principio te llamo la atención, pensabas que sería la mejor comida que tendrías en un millón de años... Cuando la besaste... Todo cambio, y supiste que no era curiosidad... Te enamoraste de la hermana, del pobre niño que asesinaste aquel día, te enamoraste de Pamela Denbrough; no tuviste piedad hacia él. -Me miro- ¿Crees que si le revelas tú sucio secreto, ella te llegue a perdonar? -Baje la mirada y tense mi mandibula- Eso pensé... Es mejor que sigas con tu ciclo de vida, y alejate de Pame, suficiente daño le has hecho... -Soltó mi hombro- ¿Almenos fuiste rápido?

-¿Rápido? -No comprendía.

-¿Terminaste con la vida de Georgie Denbrough rápido? -Golpeó la mesa que estaba a lado- ¡Maldita sea Pennywise!,¡¿Al menos le quitaste el sufrimiento con una muerte rápida?!

Yo negué con la cabeza y el sonrió.

-Acostumbrate a verme con este cuerpo... Llamame Harry Mason... Y yo te llamare Peter Winse. -Dijo mientras se dirigía a la puerta- ¿Puedes? -Dijo para que abriera la puerta.

Yo camine hasta la puerta, y la abrí, ambos salimos, el se fue caminando como si nada, mientras yo cerraba la biblioteca... Esa maldita tortuga no iba a arruinar mis planes.