Me sumergí en el agua dejando que la gravedad hiciera su magia sin mover ni un musculo por salir a la superficie. Mi piel se hidrataba célula por célula. Mi cabello de oro danzaba al ritmo de la corriente. Mi cuerpo descendía mientras dejaba que el agua se infiltre por mi nariz cortando de a poco el oxígeno que me quedaba. Cuando mi conciencia estaba por desaparecer, noté una silueta, no pude distinguir si era de humano o de otro animal porque, en ese entonces, me ahogué.
Ok... un avance un tanto cínico, un tanto misterioso, ¿cómo habrá llegado Ámbar a ese extremo? ¿Será que alguien la salvará o un animal salvaje la atacará ? Sólo sé que esta historia se estrena en enero, y será una historia cortita.