Mirame A Mí.

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Terminé el año escolar y lo único que conseguí fue que mi madrina me mandará antes a Cancún. La verdad que en parte me alivio de estar relativamente sola, tener mi espacio, ser invisible. Fui a patinar y todo me recordaba a Simón, incluso un local de Foodger Wheels me recuerda a él. Quizás es hora de que trabaje, y en cuanto ahorre lo suficiente para irme a París, todo estará listo.

- No tienes experiencia laboral de ningún tipo ¿qué te hace creer que puedes trabajar aquí?- me preguntó la gerente, una tal Soraya.

- Soy la mejor patinadora del mundo, puedo subir y bajar con tiempo de sobra. No existe condición que yo no reúna.

- ¿Qué  me dice de la  puntualidad?

-Soy sumamente responsable y puntual, nunca llego tarde a ningún lado. Mi motivación me mueve a llegar sea donde sea, cueste lo que cueste.- declaré. - Soy la empleada ideal, lo que todo candidato necesita, ya lo tengo mil veces. 

- Te daré un pedido de  prueba.- decidió dandome una dirección y una orden.

- Enseguida vuelvo.- sonreí patinando hacia la calle indicada, ¿un hotel? ¿no conocen el servicio a la habitación? 

- Fui hacia el recepcionista para que  comunicara con el huesped.

- ¿Ámbar?- me reconoció Benicio. - ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar ensayando para la competencia?

- No estoy en el equipo del Roller.

- ¿Enserio? Entonces supongo que no tengo motivo para ir a ver la competencia. 

-En fin, ahora tengo cosas que hacer.- dije impaciente.

- ¿Vos? ¿Así? ¿Qué tenes que hacer, trabajar?- cuestionó incredulo. -Oh, ¿enserio estás trabajando? Creí que eras...

-No quiero hablar de eso, solo quiero que aparezca el infeliz que pide comida rápida cuando cuenta con comida gourmet de hotel.

- Me encanta tu trato al cliente, creo que te dejaré propina.- sonrió él.

- ¿Enserio? ¿Sos vos?

- Quería ver con quién me estaban reemplazando actualmente.- asintió pagandome la orden. - Conserva el cambio, por lo visto, lo necesitas más que yo.- dijo burlón mientras me iba de regreso al local.

- Volví.- anuncié a Soraya. - Con propina.- agregué.

- Bienvenida al staff de Foodger Wheels.

- Gracias, no se va a arrepentir.- declaré dando un giro victorioso sobre mis patines.

- ¿Usted no participa en esa competencia de patín?

- No, para nada, tiene mi completa atención.

- Muy bien, entonces empiece a atender mesas.

Y así empecé a trabajar por mi pasaje de ida sin vuelta a París, por una parte de mis estudios, por mi futuro.

- ¿Ambar?- me reconocieron Jazmín y Delfina riendo.

- Bienvenidas a Foodger Wheels, ¿en qué puedo servirles?- consulté pretendiendo desconocerlas.

- Woah, nunca pensé que te vería trabajar.- dijo Delfina.

- Menos en un local así.- asintió Jazmín.

- Si no van a pedir nada, voy a tener que pedirles que cedan el asiento a potenciales clientes.- sonreí.

- Ya pedimos, pero primero ¿nos sacas una foto?- cuestionó Delfina.

- Bien.- suspiré mientras las dos posaban.- Listo, ahora ¿qué van a pedir?

No te enamores, Ámbar.❤️ (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora