Madrugar

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James.

El día de hoy por alguna razón, me desperté muy temprano, me asome a la ventana y todavía estaba oscuro, busqué mi teléfono y vi la hora, eran las 4:20am, no sé que me pasaba para estar despierto tan temprano, volví a acostarme pero no pude dormir, cerca de las 6am me levanté de la cama a hacer algo para desayunar, no me sentía muy de ánimos para hacer gran cosa, solo preparé un sándwich con pan integral y algunos vegetales, me metí en la ducha deteniéndole de vez en cuando paralizado pensando en nada concreto, como si le rogara al cuerpo para dar el siguiente paso y esta tardara demasiado en obedecer, el agua tibia me inundó totalmente, cubrí mi cuerpo con el jabón de siempre y salí rápido de allí, me puse lo primero que encontré después de quedarme sentado en la cama viendo la pared, bajé a desayunar y después de cepillarle los dientes salí, sin despedirme, no había nadie.

Llegué muy temprano al trabajo, todavía no llegaba Aaron y todos estaban conversando en grupos, yo no era parte de ninguno de ellos, antes solía ser interesante, pero desde que me declaré homosexual ya nada es lo mismo, parece que todos piensan dos veces antes de siquiera pasar cerca de donde estoy, antes me veían como si fuera un dios, era el preferido de todos los clientes y prácticamente hacía lo que me daba la gana en la ferretería, secretamente me había ganado el odio de muchos por esta razón, pero, ahora que todos saben que soy gay es como si por fin encontraran una falla, una falla por la cual algunos empezarían a odiarme y otros me odiarían mas, incluso los adoradores que antes tenía se alejaron al descubrir que era un simple mortal.

Incluso los clientes cambiaron su conducta conmigo, ahora son mas serios, muchas de mis clientas femeninas se han alejado, otras me tratan mejor, pero son pocas, mis clientes masculinos todos han tomado distancia, algunas excepciones aplican, pero la mayoría no quiere que se lea involucre conmigo, sobre todo aquellos que son casados y que alguna vez tuvieron algo conmigo.

En lo que va de la mañana me he preguntado que fue lo que hizo que cometiera la estupidez de decirle a todos mi orientación sexual, hacerlo solo lo ha arruinado todo, tal vez tenga sus ventajas, ahora se quienes son mis amigos de verdad, y la verdad es que son muy pocos, pero la mentira en la que vivía antes me gustaba mucho. Además, se bien que lo hice porque estaba cansado, estaba cansado de coquetear discretamente, procurando no ser descubierto, de no poder tener una cita con alguien, de solo tener encuentros sexuales en los que mi acompañante tenía que irse rápido porque debía llegar a casa con su familia, o en dado caso con sus padres para mantener la misma mentira que mantengo yo, cansado de tener minutos de placer seguidos de noches solitarias, cansado de no poder compartir mi almohada con nadie.

Controlo mi vida, vivo solo, me mantengo solo, y me siento terriblemente solo, mis padres no me han dirigido la palabra en meses, y los hombres a quien les he abierto mi corazón se han ido en algún momento sin poder o sin querer corresponderme, dejándome abatido recogiendo los pedazos de un alma cansada y desgastada que solo desea ser amada.

Llega mi jefe y todos entramos religiosamente a nuestras labores, a la distancia veo cuando se acercan Nathan, Xander y Nicola, decido no esperarlos, Nico me sonríe desde lejos a manera de saludo, Nathan como siempre evita saludarme a distancia, el prefiera darme la mano o abrazarme, mientras Xander solo hace una mueca, me aproximo a mi puesto de trabajo escuchando como dos de mis compañeros hacen chistes homófobos con toda la intención de que yo los escuche, como siempre los ignoro, me acerco y pongo mi huella dactilar en el sensor de asistencia, y vuelvo a mi equipo, siento cuando Nathan y después Nicola me saludan con una palmada en la espalda, yo solo volteo y les sonrío.

Una vez iniciado mi equipo, recibo una llamada de la oficina, Aaron quiere que valla a verlo, al llegar allí parece estar pensando en que decirme, cierra las persianas, le pasa seguro a la puerta, se acerca y me abraza, sentir su pequeño cuerpo cálido y musculoso junto a mi me hace sentir seguro y por alguna razón que desconozco empiezo a llorar, odio a este estúpido enano y lo que mas odio de él es que realmente no puedo odiarlo, lo quiero pero él siempre es distante conmigo y cuando pienso que nada es posible solo llega y hace cosas como esta.

Llamame Nico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora