Terrible Things ·Ashton Irwin·

9. Ya sabes, es mi novio

Me encontraba mal, no sé que me estaba pasando, pero de repente la habitación se movía sin parar.

-Oye ¿qué le pasa a la rarita?

-Solo un poco de diversión.- Max era la que había hecho que me empezara a sentir tan mal, me había echado algo en el agua, era demasiado extraño que me ofreciera algo siendo "amable"

-¿Puedo?

-Roger, en serio, ¿qué demonios le ves?

-No sé, el morbo de que sea un bicho raro, quizá.

-Haz lo que quieras.

No puedo describir lo mucho que me pesaban los parpados, que siguiera despierta era un autentico logro. Noté una respiración en mi oído, rápidamente intente alejarme, al no controlar mis fuerzas me caí de lado, quedando tumbada en el suelo, menos mal que estaba ya tirada de antes, no quería más golpes.

-¿Ahora no te vas a defender?-tenía miedo, claro que si, era el imbécil baboso de la discoteca y yo ahora estaba indefensa.- vamos a un sitio más privado.- cuando me besó la mejilla todos los pelos se me pusieron de punta y creo que quería vomitar.

Estaba aquí, gracias a dios, pero... ¿porque había acelerado el paso? ¿Por qué seguía siendo arrastrada?

-¡No me toques las narices! ¿Dónde está?-su voz... escuchar su voz me hizo retomar algo de fuerzas, las suficientes al menos para intentar zafarme del capullo.

-Mierda, estate quieta.-susurró el chico.

-Ashton... Ash...-sabía que era imposible que me oyera, ni siquiera escuchaba ya su voz, ni la de los demás.

-Ahora lo pasaremos bien- que me maten ya por favor, prefiero morir a esto.

¿Me estaba subiendo la camiseta? eso era al menos lo que sentía y después sus manos frías en mi piel. ¿Enserio me estaba desabrochando los pantalones? ¿Por qué no podía perder el conocimiento ya? seguir despierta y sentir esto era una crueldad.

-Que ropa interior más bonita rarita... tranquila ni siquiera me hace falta quitarte los pantalones por completo, tampoco podría estando tu atada.

Un portazo, un puñetazo, un cuerpo cayendo al suelo, el cuerpo del chico, sus suplicas. Podía oírlo todo y más o menos verlo, todo estaba borroso.

-Alice, ¿me oyes? contesta.- era Ashton que rápidamente me coloco la ropa en mi sitio y comenzó a soltarme las cuerdas.

-Mmmmm-no tenía fuerzas para mover los labios.

-¿De verdad quieres ser siempre su niñero?- Max impidiéndonos salir.- Eso no va contigo.

-Tú no sabes que va conmigo.           

-Vamos Ash... nosotros lo pasábamos genial juntos...- jamás había oído hablar de aquella forma a Max, intentando seducir a alguien, no sé muy bien de donde saqué las fuerzas para hablar, pero lo hice.

-Max cállate... no quiero que le contagies nada... ya sabes, es mi novio... tenemos sexo... me lo puede pegar, tu siempre has sido muy puta.- creo que no pensé mucho lo que decía, pero lo dije y noté la risa de Ashton.

-Ya la has oído, soy su novio y tenemos sexo.- repitió riendo y apartándola para pasar.

Al dejarla detrás de nosotros la pude ver y aproveche para sacarle el dedo, se lo tenía más que merecido. Después caí rendida en el sueño.

Mi cabeza iba a explotar, no sé que me darían, pero era peor que despertar en una de las peores resacas de la historia. Lo primero que vi al abrir los ojos fue la cara de Ashton, muy cerca de mí, era tan adorable cuando dormía. Le besé con cuidado de no despertarle, pero tenía el sueño ligero.

-¿Estás bien?-preguntó examinando mis ojos.

-Sí, tranquilo y antes de que empieces, esto no ha sido culpa tuya.- lo conocía lo suficiente para saber que estaría comiéndose la cabeza por lo de anoche.

-Si fue culpa mía, te tendría que haber recogido al salir.- realmente se sentía mal, más de lo normal.

-Ashton, estoy bien y gracias a ti, así que ya está, no me pasó nada, además fue divertido al final.-dije riendo al recordar lo que le dije a Max.

-Estas como una cabra.- dijo riendo al fin.- Una chica que disfruta cuando la secuestran.

-Perdona, tu estas peor que yo, ¿salir con Max? ¿De verdad?

-No me juzgues, en aquella época no tenía muy buen criterio.

-¿Ahora si?-pregunte picándole.

-Ahora te tengo a ti, así que si.- dijo besándome, le seguí el beso, pero al extremo, cada vez le besaba más pasionalmente.- ¿Esto es una incitación a tener sexo?-dijo con la respiración agitada entre los besos.

-No.-conteste riendo y parando de besarle.- Es solo que te quiero mucho.

-Yo también te quiero mucho.- dijo besándome una vez más.- Por eso… tengo que decirte ya algo.- le había cambiado la cara, volvía a estar preocupado.

-¿Qué?

-Anoche llamaron del hospital psiquiátrico… tu madre no está bien.

Genial, lo que menos necesitaba ahora era tener que ir a aquel lugar donde acabaría volviéndome yo también loca y que mi madre vuelva a intentar atacarme. Necesitaba un descanso y la mejor manera de reunir fuerzas para ir a aquel lugar era estar con mis amigos, los llamamos y vinieron enseguida a comentar lo bien que se lo pasaron la noche anterior dándoles para el pelo aquella gente, Irene no paraba de criticar a Max, al parecer le recordó algunas hazañas del instituto que la dejó con las defensas bajas.