Terrible Things ·Ashton Irwin·

15. Ojala pudiera ser un hasta después

La espera en la consulta del médico se me hizo eterna, parecía que mi turno nunca iba a llegar y tampoco sé muy bien si quería que llegara y me dijeran que mi madre tenía razón y que en cualquier momento moriría.

-Muy bien, así que querías que echáramos un vistazo a su historial médico…- dijo el médico cuando le explique lo ocurrido.

Comenzó a mirar en el ordenador, no paraba de escribir cosas, cada vez que pulsaba una tecla me daba un vuelco el corazón y creo que a Ashton más o menos igual porque me apretaba la mano con más fuerza.

-Muy bien pues…- miró un poco más en la pantalla y la giró hacia nosotros.- aquí esta. En efecto se te detectó demencia frontotemporal a los siete años.- el nudo de mi estomago estalló, extendiendo el dolor por todo mi cuerpo.- Una enfermedad que en las mujeres tiene un límite de vida en los… 22 años.- me miró extrañado sabiendo que yo iba a cumplir los 24 este año.- lo que hace esta enfermedad es destruir el sistema locomotor, por lo que se pierde por completo la movilidad y al quedar destruido los órganos ya no tienen la misma sujeción y bueno… se produce la muerte de quien la padece. Otro efecto es la pérdida de memoria a una velocidad bastante rápida.

Yo había dejado de escuchar desde que dijo que era verdad y que se me detecto al nacer, desde ese momento me había abrazado a Ashton y había escondido la cabeza en su pecho.

-Pero has dicho que el limite esta en los 22 años y ella sigue aquí y está bien… solo tiene unos pequeños mareos, pero nada de lo que has dicho, ¿Qué pasa con eso?- Ashton estaba desesperado porque le dijeran que no me iba a morir.

-Eso es lo que me ha extrañado, sugiero que se repitan las pruebas y veamos que ocurre.

-Vale, pues adelante.

-Claro, pasad por aquí.- Seguía sin separarme de Ashton, prácticamente me llevaba en volandas hacia la sala contigua que había indicado el médico.

Me sentaron en una camilla y me sacaron tres tubos de sangre, después me llevaron a hacer radiografías y por ultimo muestras de orina. Nos pasamos toda la mañana allí, sin decir nada. Yo ya había perdido la esperanza, pero por la cara de Ashton sabía que a él le habían abierto un nuevo mundo de posibilidades, quería recibir ya la llamada que le dijera que las pruebas habían revelado que estaba bien.

Cuando salimos de allí fuimos a comer, el médico dijo que después de toda la sangre que me habían sacado necesitaba fuerzas, pero la verdad era que no tenía ganas de comer, no tenía ganas de nada excepto de mi cama.

-Alice come, ya has oído lo que ha dicho el médico.

-Ashton ya que nadie me da la opción de vivir o morir, prefiero elegir yo lo que hago con el resto de mis cosas y si no quiero comer no voy a comer.- jamás había sido tan borde con él.

-No vas a morir, has superado el límite casi en dos años, así que no digas tonterías.

-¿Sabes qué? Necesito estar sola, así que déjame.-me levante y me largué de allí.

Agradecí que no me siguiera porque realmente quería estar sola, pero quizá si me hubiera seguido habría evitado que yo pensara y que eso llevara a una locura. Iba a morir y eso significaba abandonar a Ashton, ¿Por qué no irme antes de morir y que en vez de quedarse sufriendo se quede odiándome y pueda continuar con su vida? Era una locura con sentido para mí, porque solo quería lo mejor para él.

Fui a casa todo lo rápido que pude, Lauren estaba cuidando de Jake, pero en vez de detenerme en el salón me dirigí a mi habitación y saqué una pequeña maleta, eché en ella lo imprescindible y bajé a echarla en mi coche, después más relajada volví a entrar, no podía irme sin despedirme de Jake, era la última vez que lo vería.

-¡Mamá!-grité el pequeño con esa sonrisa que me encantaba, era como la de Ashton.

-Hola cariño.-contesté cogiéndolo y abrazándolo fuerte.

-¿Y Ash?-preguntó Lauren.

-Vendrá después, está haciendo unas cosas, yo ahora también voy a un par de sitios, ¿no te importa cuidar un rato más de Jake?

-Claro que no, encantada.- y puso de nuevo la vista en la tele.

-Mami se va otra vez, pero antes tenía decirte que te quiero mucho.- dije besándole la mejilla sonoramente.- y que eres el niño más guapo del mundo.- añadí con lagrimas en los ojos.

Parece que sabía que me iba para siempre porque se me agarro al cuello con más fuerza de la normal. Le volví a besar muchas veces y lo deje que siguiera jugando con Finn y sus juguetes, pero en vez de eso me llamaba a gritos y llorando, ¿Por qué me lo ponía más difícil?

-Adiós Lauren.

-Hasta después Ali.- me dijo sonriente.

Ojala pudiera ser hasta después.

No tenía ni idea de dónde ir, la única preocupación ahora mismo era conducir lo más lejos posible. Antes de que Ashton viera la nota y comenzara a llamarme como un loco decidí apagar el móvil, ya lo encendería cuando llegara a algún lugar.