El pueblo más feliz que yo conozco como nación, es el birmano; su ingenio y alegría son proverbiales. Su bondad para con los animales es su más grande "debilidad", ningún birmano mata a un animal, ni siquiera para librarlo de un sufrimiento. No comen carne y en general tratan a todos los animales como animales domésticos. Los hombres, las mujeres y los niños, todos parecen gozar con igual alegría la belleza de su país, las flores, la luz del sol y los bosques, traducido todo esto en sonrisas, cantos y risa.
Especialmente se hallan libres de la avidez del dinero, llegando casi al extremo de ser lo que alguien podría llamar perezosos. Se contentan con juntar el dinero o las cosechas suficientes para sus necesidades; y por lo que hace al resto de las cosas, se dedican sencillamente a gozar de la vida. Pero su gozo no es un gozo inútil. Todo joven se somete a un período de adiestramiento como "phoongy" o monje; por rico que sea, durante cierto tiempo se sujeta a pobreza voluntaria sin un solo centavo. Se aloja austeramente en un monasterio, dedicándose a la oración y la meditación, y a enseñar a los niños los principios y la ética de la religión. Aprende en la mejor forma posible, a prestar ayuda a aquellos que la necesitan. De tal manera que cuando vuelve al mundo, vuelve como un hombre con sentido del servicio a los demás y con gusto por las cosas sencillas que lo hacen ser un buen ciudadano. Una expresión digna de notarse respecto a estos buenos sentimientos, puede verse a lo largo de los caminos de este país, donde de cuando en cuando se encuentra el viajero con recipientes de agua, colocados bajo cubierta, en donde puede apagar su sed, y con asientos para los peatones, construidos por aquellos que tienen manera de hacerlo.
El escritor Fielding Hall en su libro sobre los birmanos Soul of a People dice: "Ya sea que como individuos tengan éxito o fracaso, la nación birmana será siempre la más grande del mundo por ser la más feliz".
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Roverismo Hacia el Éxito
Non-FictionUn libro del Deporte de la Vida, para Jóvenes Por Baden-Powell