Capítulo III

218 23 2
                                    

Capítulo III: Así que...¿te gusta Abby?

Estaciono cerca de la cera en la entrada de la casa de Aus, bajo de auto y empiezo a caminar hacia la puerta principal. A los segundos de tocar el timbre Morgan, la mamá de Austin, abre la puerta con una ancha sonrisa en el rostro. Alguien está felíz.

-Hola, Cariño. -se hace a un lado para dejarme pasar, -Aus está en su habit...-al instante la respiración descontrolada de Austin la interrumpio. Lo observo de pies a cabeza y está colocándose un cinturón, lleva el cabello desordenado como casi siempre, su mochila abierta en su hombro, y su respiración agitada me dice que estaba teniendo acción. Aparte de que algunos botones de su camisa está desabotonados.

-¡Ya! -las dos nos sobresaltamos y el se rasca la nuca, visiblemente nervioso. -Digo...eh...E-estoy listo Al.

Río y asiento, -Sólo vámonos ya. -digo saliendo de la casa.-Adiós, Morgan.

-Adiós, Alice. Que les vaya bien, chicos. -Aus intenta salir de la casa pero ella lo toma de la oreja y lo jala. -¿Qué te pasa? Dale un beso a tu madre y te puedes ir. -el gruñe y yo río. Hace lo que su madre le ordena y sale.

Entro al auto, y a los segundos Austin se adentra en el asiendo del copiloto. Pongo el auto en marcha y observo la hora: 5:09pm.

-Es tarde, los demás se van a molestar. -mi mejor amigo trata de evadir el tema. Pero para eso están las mejores amigas.

-Claro, pero me vale dos grandes kilos de mierda lo que piensen esos dos idiotas. -el ríe y niega con la cabeza divertido.- Pero bueno, así que..."Dale un beso a tu madre y te puedes ir". -me fulmina con la mirada y yo estalló a carcajadas.

-Cállate.

(×××)

-Pasen. -habla Margaret de mala gana. Austin y yo entramos tranquilamente, Aus me da una mirada cansada y yo ruedo los ojos. -Vamos a mi cuarto.

La seguimos y al entrar en su habitación busco un lugar donde poner mi bolso y los libro que vamos a utilizar.

-¿Dónde está tu escritorio? -ella me señala orgullosa, su escritorio lleno de maquillaje. -Vas a quitarlo de ahí ¿verdad?

-¿Qué? ¿Estás loca? -me mira como si hubiese dicho una gran atrocidad. Asiento. -Claro que no, tengo más dinero ahí que todo lo que tú has ahorrado en toda tu vida. -ruedo los ojos exasperada.

-¿Y entonces? -Margaret resopla y saca de -no sé que sea- Una mesa con ruedas.

-Bien, ahora, ¿Alguien sabe a que hora va a venir Chase? -Margaret suspira pesadamente. Ruedo los ojos.

-No va a venir. -ella me fulmina con la mirada y me encojo de hombros.

Empezamos con el trabajo y unos diez minutos después suena el timbre de la casa. Margaret baja rápidamente y Aus y yo bajamos porque queremos tomar agua.

Al pasar por la puerta principal me quedo estática. Vino. Y me dejó en ridículo. Margaret en cuanto me ve sonríe con superioridad.

-Así que...¿No iba a venir? -Chase me guiña un ojo y me observa con una sonrisa.

-Idiota. -camino de regreso por las escaleras con toda mi dignidad y con una sed horrible.

(×××)

Tenemos el trabajo a la mitad y veo que es hora de irnos. Recojo mis cosas y miro a Austin terminar de apuntar algunos detalles.

Cayéndo por ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora