Alice Williams en multimedia.
Capítulo V: Apuestas.
A lo lejos puedo identificar a las rubias en la entrada del centro comercial. Me bajo de mi auto y camino hacia ellas.
-¿Porqué tardaste tanto? -Kate eleva una de sus cejas y me observa esperando una respuesta.
-Había tráfico, idiota. -ella asiente y empezamos a caminar hacia adentro.
-¿Vamos por un helado? -habla Nat, Kate y yo asentimos y nos dirigimos a nuestra heladería favorita.
Caminamos hasta llegar al local y entramos. Nos sentamos en una mesa junto a un ventanal que da a la vista los locales de enfrente, pero que da mucha luz. A los minutos aparece una mesera.
-Hola Al, ¿Qué desean ordenar? -Ann me saluda y yo le sonrío. Es una chica joven, no pasa de los veinte. Una vez que vine platicamos y es una persona muy agradable, da buenos consejos.
-Hola Ann, pues yo...lo mismo de siempre, un batido de chocolate, y un cheesecake. -ella asiente y lo apunta en una libreta que acaba de sacar de su bolcillo.
-Yo...una copa de helado triple, fresa chocolate y caramelo. -Nat observa a Kate esperando que ella pida.
-Un batido de fresa con...un brownie. -Ann asiente.
-Bien, en unos minutos les traigo sus pedidos. -se retira y con las chicas empezamos a hablar de temas triviales. De un momento a otro nos quedamos en silencio. La platica acabó y ahora estamos en un silencio un tanto incómodo. En ese momento Aún llega con todo y los coloca en la mesa.
-Gracias. -le digo y ella me sonríe en respuesta y se aleja.
-Y bien...¿Cómo va todo con el sexy Chase? -empiezo a toser y Kate me dá palmaditas en la espalda.
-¿Cómo debería ir? Pues creo que todo ha estado normal, como siempre. Sigue siendo un idiota. -me encojo de hombro y Nat entrecierra sus ojos en mi dirección. Doy un sorbo de la malteada.
-Nena, dinos...sabes que no te vamos a juzgar. -ruedo los ojos.
-Cállate Nat, ahora...¿Pudiste hablar con Aus? -niego frenéticamente con la cabeza.
-No, pero tenía planeado que vayamos a su casa, mañana después de la escuela y cumplir muestra promesa. -ella asiente. Llevo un trozo de Cheesecake a mi boca y ¡Dios! Esto es lo mejor del mundo.
Bien, Austin está molesto conmigo ya que, desde hace dos años habíamos acordado que íbamos a organizar su fiesta de disciocho con un mes de anticipación. Llevaba recordándonos hace meses y a mí se me olvidó. Pff...nada raro en mí.
-Bien, ahora...¿Puedes decirnos porqué no te agrada Chase? -bufo.
-Ya habíamos parado con esto, Kate. -ella rueda los ojos.
-¡Ya! Tengo curiosidad. -Nat ríe. -Pero ándale, contéstanos.
-Porque es un idiota, estúpido, patético...eh...-Nat abre sus ojos en grande. Mierda.
-¡Lo sabía! Te puedo asegurar que ustedes terminaran juntos. -frunzo el ceño y niego frenéticamente.
-Estás loca. -Kate asiente, dándole la opinión a ella.
-Dice que del odio al amor solo hay un paso. -oh dios mío, le hicieron un lavado de cerebro a mis dos mongolas.
Solo de pensar el hecho de Chase y yo, juntos, me revuelve el estómago. Ew.
-Hagamos una apuesta. -Nat sonríe maliciosa. Le hago un ademán para que continúe. -Si tú, te enamoras de Chase... tú nos pagarás a Kate y a mí cien dólares.
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Cayéndo por ella
Fiksi Remaja-¡Vamos! Es obvio que te mueres por mi.-se burla el muy imbécil, si supiera que muero de ganas por estrangularlo. -Púdrete Chase.-él ríe. -Primero las damas, aunque siendo tú...-justo ahora mi rostro debe estar tan rojo como un tomate de la ira. -Sá...