Capítulo XXII

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Capítulo XXII: Trances y corazones rotos.

-Auch. -Chase deja escapar una maldición mientras termino de pasar por última vez el algodón con alcohol por su ceja.

-No te quejes. -susurro con lo poco que me queda de voz.

-Alice...-él trata de apartar mi mano pero sigo haciéndolo. -Alice...

No le contesto, después de la pelea que tuvieron Nate y él he estado de muy mal humor, por eso decidí no recibir clases hoy e irme con Chase a su casa.

-Alice, ya basta. -aparta mi mano bruscamente. Sinceramente, no sé qué sentir ahora. Siento cólera, tristeza, decepción de mi misma, rabia, pero también, una parte muy en el fondo de mí siente paz y alegría.

¡Ay cielo Santo! Creo que Andrés me hará una visita.

Una lágrima baja por mi ojo derecho dejando un rastro de humedad. Chase se adelanta y con su pulgar la limpia.

-Hablaré con él, esto es mi culpa. -niego con la cabeza mientras me introduzco en un llanto terrible. Justo ahora debo darle pena ajena.

-No, Yo... Yo dije que sí, sólo...tú sabes que no me gusta sentirme culpable con mi hermano. Lo molesté tanto con el asunto de él y Kate y... y luego yo salgo con esto. -tomo mi cabeza de ambos lados con mi mano. Siento que va a explotar.

-Calma. -de pronto todo da vueltas y mi respiración se vuelve agitada. Mi cabeza punza a tal grado de sacar un grito desgarrador por mi garganta.

Quiero detenerme, sé que Chase está asustado, pero no puedo hacerlo. El dolor se hace más fuerte causando que mis gritos aumenten su volumen.

-¿Alice? ¿Alice, me estás escuchanco? Respira. -puedo observar a Chase moverse por toda la habitación desesperado marcando un número de teléfono.

El dolor está aumentando, las ganas de vomitar se apoderan de mí, no iba, no puedo hacerlo.

Diablos, otra vez esto no.

Ya no.

[...]

Chase POV

Los gritos de Alice sólo hacen que me ponga más nervioso. Marco el número de la persona que me debe estar odiando en estos momentos.

-¡Chase! ¡Esto está doliendo mucho! -suspiro y la tomo entre mis brazos para caminar a toda velocidad y depositarla en mi cama.

La primera vez que intento llamarlo no contesta, Pero no dudo en marcarle otra vez.

-¿Qué diablos quieres? -pregunta con un humor terrible.

-Tienes que venir a mi casa. Alice está mal y...

-Vayanse al diablo, ya estoy harto de sus mentiras. - no me deja terminar.

-No es una broma, es enserio. Alice está gritando y, está en una especie de shock. No sé que mierda hacer, nunca había estado en una situación así. -pronto no se escucha nada del otro lado de la línea. Creo que ya colgó, pero puedo confirmar que no debido a su respiración.

-Mierda, otra vez eso. -murmura. -Voy para allá ¿dónde están?

-En mi casa, y date prisa idiota, me está asustando. -cuelgo la llamada y me enfoco en Al.

Sigue gritando, a medida que pasa el tiempo sus gritos suben más de volumen. No puedo dejar de caminar de un lado a otro en la habitación. Ella no deja de pedir ayuda o decir que ya no aguanta el dolor.

Cayéndo por ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora