Drabbles

Believer

Los disparos se escuchaban por cualquier lugar, gritos, sangre, cuerpos, todo estaba a la vista de ambos ojos escarlata y olivo.

Golpe tras golpe, disparo tras disparo, como si de una sinfonía se tratase, ambos avanzaban en el mismo equipo con una sonrisa de satisfacción en su rostro y el amor llamándose mutuamente.

Europa era un completo caos, los disparos eran lo que más escuchabas tanto al dormir como al despertar, el deseo, la desesperación, la pasión y la confusión se estaban saliendo de control.

Los recuerdos eran algo que podías soltar a la deriva sin preocuparte por qué alguien los escuchara, no importa cuanto gritaras, llorarás o te ahogaras, simplemente era algo que sin quererlo disfrutaban.

Eran creyentes, ambos se hicieron creyentes, creyentes de la satisfacción que causaba el dolor, la satisfacción de amarse.

Habían vivido tanto tiempo cohibidos, limitados a esperar que los sentimientos se ahogasen que al probar la mínima porción de libertad se había vuelto locos

Dolor, algo que los hacía sentir vivos, romperse uno al otro con la palabra llamada amor, ver el color escarlata y el poder que querían obtener tan cerca, simplemente los hacía ser creyentes.

Una pareja de creyentes perfecta.