Capitulo 14: Mal entendidos

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- ¿Pero qué haces? - chillé alejándome de él, tardé en reaccionar, la verdad sea dicha.

- Lo siento, no sé lo que me ha pasado, estás con mi hermano, no le puedo hacer esto. Pero contéstame una cosa ¿Te ha gustado? - dijo mirándome fíjamente.

- Dani, somos amigos y no me quiero enfadar contigo, así que te voy a dar la opción de hacer borrón y cuenta nueva antes de empeorar las cosas ¿vale?

- Vale, pero contéstame, por favor y te dejaré en paz.

- Dani...

- Vale, haremos como si no hubiera pasado.

- Gracias ¿Vamos a mi casa? - dije rápidamente y él se sorprendió. 

- ¿No estás enfadada?

- Te dije que era tu amiga, los amigos se tratan igual que siempre aun qué pasen cosas así ¿no?

- Pues no.

- Pues yo sí, eres importante, no quiero perderte, pero no quiero que te hagas ilusiones con algo que no pueda ser.

- Lo pillo, no volverá a pasar, otra vez será cuando estés durmiendo en la cama.

- ¡Dani! - dije juguetona.

- Vale, vale - nos reímos, nos abrazamos y nos fuimos a mi casa.

A partir de ese momento, todo iba bien, cómo si no hubiera ocurrido nada. Estuvimos en mi habitación hablando mientras estábamos tumbados en la gran cama de matrimonio. Cuando me di cuenta, estaba a en el pecho de Dani, y estaba muy cansada.

Soñé con Nati, en nuestro paraiso, en nuestros columpios y con el agradable sonido de la gran cascada.

- ¡Nati!

- ¡Tere! - nos abrazamos, cómo siempre, ella era la primera en llegar.  En primer lugar, le conté lo ocurrido sobre mi hermano y Sergio.

- Soy una persona horrible por no defender cómo debería a mi hermano ¿no?

- No, has ido a enfrentarte a él y te ha dado una muy buena razón, no justifica que debería de haberle pegado, pero... ¿Qué tipo de persona serías si se la pagas pegándole o denunciándole? Sin contar que, por lo que me has contado, en las dos opciones, saldrías perdiendo.

- Ya... Pero eso no es todo... Me ha caído muy bien y mira lo que le ha hecho a Christian.

- No te rayes más, no puedes hacer nada.

- Bueno, cambiando de tema, adivina con quién estoy saliendo - le saqué la lengua, como de costumbre.

- ¿Con Dani? - dijo entusiasmada.

- Con Jesús - la corregí.

- ¿Qué dices? - dijo ya no tan entusiasmada.

- ¡Uy! Cómo te has puesto - me reí.

- No sé, es tan raro, a ti te pega más Dani que Jesús. Él es más como tú, más astuto, espabilado, jugetón, en cambio, Jesús es más tranquilo, más relajado y no sé... Te pega, pero más Dani - se rió, lo que me acababa de decir me hizo pensar.

- Dani me besó - le solté sin más.

- ¡¿Qué?! Cuenta, cuenta - se lo conté - ¿Y te gustó? El beso, digo.

- No - miré al suelo, sin darme cuenta.

- ¡Te ha gustado!

- Bueno, sí, besa  súper bien, pero estoy con su hermano, a mi me gusta Jesús. 

- A ti te gusta Jesús, pero Dani te hace perder los papeles, te descoloca y desordena tus pensamientos. Con Dani sientes esa pasión que, con Jesús, no la sientes. Pero Jesús tiene esa dulzura, sensibilidad y encanto que hace que te sientas genial. Hay cosas de Jesús que te encantan, pero si te pones a pensar, Dani es el que realmente te vuelve loca y eso te encanta ¿Estoy en lo cierto?

UN SUEÑO HECHO REALIDAD (GEMELIERS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora